El refugio de los más poderosos del mundo
El refugio japo
de los hombres
más poderosos del mundo
Célebre por sus granjas de perlas, sus santuarios sintoístas y sus leyendas mitológicas, Ise-Shima, a 120 kilómetros de Osaka, es el marco de la cumbre del G7, que se celebra estos días. Obama, Merkel y Cameron tienen de fondo paisajes de ensueño como las Rocas Casadas.
Vicky Vilches Japón
Aunque no figura en las rutas turísticas más populares de los extranjeros que visitan Japón, el nombre de Ise-Shima se cuela esta semana en los informativos de medio mundo. El gobierno del país anfitrión de la cumbre anual del G7, que arranca mañana, ha elegido un paraje de este Parque Nacional para agasajar a sus poderosos huéspedes.
Los japoneses nunca hacen nada sin planificar y mucho menos se toman a la ligera sus sobresalientes dotes hospitalarias. ¿Por qué han escogido una zona del país que probablemente unos cuantos dignatarios hayan tenido que buscar en el mapa? "¿Ise qué?", tal vez haya comentado algún alto funcionario de los séquitos de la Casa Blanca o de Downing Street con más ganas de dejarse caer por Kioto tras volar varios miles de kilómetros. Aunque sea en el Air Force One.
Obama recibido por la comitiva japonesa.
Ise-Shima posee atractivos suficientes para poner el marco a la foto de familia anual de «los que cuentan» y para tentar al viajero que busca nuevos parajes en un Japón con energías renovadas para potenciar enclaves algo desconocidos para el turismo internacional. La región es célebre en el país por sus santuarios sintoistas, los más venerados de Japón, sus leyendas mitológicas, sus granjas de perlas y su enorme belleza natural. Su costa es una de las más escarpadas del país, y conforma un perfil accidentado y variado, con montañas de más 500 metros a poca distancia del Pacífico, pequeñas penínsulas, ríos, cabos, islotes dispersos y una enorme riqueza en flora y fauna marina.
Santuarios y mitología
De entre todos estos farallones rocosos que parecen más o menos iguales a los ojos de un occidental, dos tienen un especial significado para los japoneses, pues la mitología les relacionada nada menos que con la creación del país. Izagami e Izanami, dos jóvenes divinidades creadas por los dioses más antiguos, recibieron de éstos el encargo de crear la primera tierra en el planeta.
Para ello les dieron una lanza engarzada con joyas y piedras preciosas que introdujeron en el mar tras descender de los cielos. Al sacarla de entre las aguas, las primeras gotas de agua salada que se desprendieron de la lanza se solidificaron y crearon Onogoroshima, la primera tierra. Allí vivió la pareja celestial, Izagami e Izanami, y de su matrimonio nacieron las 8 grandes islas que forman Japón. Meoto Iwa, estas dos rocas, simbolizan la pareja de deidades, y su unión se visualiza mediante una cuerda larga sagrada (shimenawa) de paja de arroz trenzada de más de una tonelada que las entrelaza.
Uno de los guardias de seguridad de la cumbre.
En la cima de la roca más grande, que representa a Izanagi, hay una puerta blanca o torii que muestra que estamos en un santuario sagrado. En un país con tantos símbolos, son muchas las parejas niponas las que acuden cerca de estos peñascos para jurarse amor eterno. El paisaje es bellísimo, especialmente al amanecer, cuando el sol aparece detrás del torii y uno piensa que la mitología japonesa está más cargada de poesía, magia y amor por la naturaleza que las leyendas de Rómulo y Remo.
Entre dioses sintoístas
El auténtico lugar de peregrinación del parque, en todo caso, es el Santuario de Ise, que se compone de dos partes, situadas a unos 5 kilómetros de distancia la una de la otra. Geku, ubicado en la misma ciudad de Ise, fue fundado hace 1500 años y está dedicado a Toyouke Omikami, la diosa de la agricultura, de la cosecha y de los alimentos. Los edificios de este santuario son especialmente apreciados por la pureza y sencillez de sus líneas.
El otro santuario, Naiku, está dedicado a Amaterasu Omikami, la diosa del sol en el sintoísmo, considerado antepasada de la familia imperial y por tanto una de las deidades más importantes de Japón. Los edificios de este templo, de unos 2.000 años, se consideran la arquitectura más antigua del país, sin influencias chinas y están realizados enteramente en madera sin utilizar ni un solo clavo. Muchos no se pueden ver, están reservados a las visitas de los miembros de la familia imperial, y algunos están semi ocultos por un parque de extraordinaria belleza natural con esa magia especial que le confiere el ser considerado el centro espiritual y religioso de Japón.
El paisaje, uno de los atractivos del lugar.
Si los visita y le sorprende su excelente estado conservación después de XX siglos, su asombro tiene una explicación más bien terrenal: los japoneses los reconstruyen casi por completo cada veinte años para que siempre parezcan perfectos, utilizando para ello las técnicas de construcción tradicionales.
Ciudad de perlas
Ise, principal puerta de entrada al Parque Nacional de Ise-Shima, es una ciudad con muchos atractivos que mezcla los encantos del Japón más auténtico y ancestral con unos cuantos parques temáticos para el divertimento de los habitantes de las ciudades cercanas. Situada a 120 kilómetros al sureste de Osaka y a 75 al sur de Nagoya, está bien comunicada, especialmente por tren y a su alrededor hay abundantes opciones de ocio para el numeroso turismo interior.
Una de los atractivos más populares de la zona es «la isla de las perlas», cerca del puerto de Topa, donde por primera vez en el mundo se consiguió producir perlas cultivadas. Hay diferentes pequeños museos dedicados a esta técnica y numerosas demostraciones de pesca de ostras realizadas por buceadoras vestidas enteramente de blanco, quienes antiguamente se encargaban de extraer las perlas.
Fuente: http://www.ocholeguas.com/2016/05/25/asia/1464187167.html
Categoría: OCIO Viernes 27 de Mayo del 2016