No sople en el ojo de nadie para eliminar un cuerpo extraño

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¿Se imagina a Rambo (Sylvester Stallone) sin el torniquete de su brazo para detener la sangre que mana de su terrible herida? ¿O a la Señora Doubtfire (Robin Williams) sin socorrer al novio de su exmujer (Pierce Bosman) al atragantarse en un restaurante? O más cerca todavía, usted mismo, ¿no ha taponado nunca la nariz con algodón para cortar un sangrado? A pesar de tratarse de técnicas de primeros auxilios muy conocidas, no son siempre un ejemplo de buen hacer en situaciones que requieren ayuda sanitaria. Estos son los errores más comunes que cometemos al prestar los primeros auxilios.

1. Sacar a un accidentado del coche. Si ha presenciado un accidente de tráfico, habrá comprobado el deseo de los testigos por socorrer a las víctimas hasta que lleguen los servicios sanitarios. La primera regla de oro es no movilizar nunca a los heridos. "Salvo un peligro inminente de explosión o de caída de objetos, nunca hay que sacarlos del coche ni cambiarlos de lugar. Solo hay que controlar cómo están”, subraya José Javier Varo, director del Servicio de Urgencias de la Clínica Universidad de Navarra.

La razón es el riesgo de que exista una lesión cervical. “Una fractura inestable de la columna cervical puede convertirse en una lesión medular si movilizamos a la víctima”, advierte Varo.

Si el accidentado es un motorista, tampoco hay que intentar retirar el casco, “salvo que esté dificultando la respiración y comprometiendo la vida”. La explicación: proteger la columna cervical. Lo mismo que si la víctima está bocabajo: “hay que dejarla en esa posición y, en caso de tener que movilizarla, hacerlo como si fuera un bloque, entre varias personas”. Y, sobre todo, “nunca se debe que trasladar al accidentado hasta un hospital en un coche particular”.

El agua con azúcar no soluciona una lipotimia. Mejor, tumbaremos al afectado y elevaremos sus piernas"

"Lo mejor que usted puede hacer en esas situaciones es no hacer nada y esperar a que vengan la policía y los servicios sanitarios”, zanja.

2. Animarnos con el torniquete. Ejercer una presión suprema con bandas para contener una hemorragia es un recurso muy cinematográfico que no hay que reproducir en la vida real. “De eso se encarga, excepcionalmente, el personal sanitario”, asegura Varo: “A partir de la zona del torniquete se produce una disminución del flujo sanguíneo y existe un riesgo altísimo de necrosis y de futura amputación del miembro. Una excepción: una hemorragia muy masiva y profusa”.

¿Qué puede hacer en cambio? “Comprimir la herida con una venda o una tela limpia y elevar (si se puede) la extremidad que sangra”. La compresión se ha de mantener entre cinco y diez minutos, “sin levantar la venda en mitad para comprobar si sigue o no sangrando la herida”.

3. Taponar una nariz que sangra. Seguro que es uno de los remedios que arrastra desde su infancia (otros advertían, con acierto, que así lo único que se consigue es tragarse la sangre). Es hora de desterrar creencias erróneas. “En las hemorragias nasales hay que inclinarse levemente hacia adelante, para que la sangre caiga hacia fuera y no vaya a la vía respiratoria”, indica el experto. “Tampoco hay que taponar los orificios nasales, porque lo único que se consigue es retener la sangre, pero no la hemorragia”. Si transcurridos unos minutos no para el sangrado, acuda a un servicio de urgencias.

4. Poner mantequilla sobre una quemadura. Olvide la grasa y coloque la zona quemada debajo del chorro de agua fría durante 10 minutos. “Eso es lo primero que hay que hacer, porque el agua fría para el mecanismo lesional de la quemadura”, dice Vara. Después, quite la ropa si no está pegada a la piel, "pero si está adherida, jamás lo intente”.

Cuando la quemadura se enfríe, compruebe si se han producido ampollas. “Si no las hay, se trata de una quemadura de primer grado, y lo único que hay que aplicar es crema hidratante, nada de mantequilla, ni vaselina ni hielo”, insiste. “Si hay ampollas no muy grandes, hay que aplicar una pomada antibiótica y proteger la quemadura con un apósito durante unos días”. Nunca hay que pinchar las ampollas para quitarles el líquido, ni dejarles un hilo dentro. “Si hay varias, lo mejor es acudir a urgencias”.

5. Comprimir el diafragma de un atragantado. Cuando alguien se atraganta y comienza a toser, la querencia inmediata es darle golpecitos en la espalda. "Pero es mejor animarle a que tosa más fuerte para que expulse lo atascado”, advierte José Javier Varo, quien cuenta que, en los atragantamientos, la situación más grave sucede cuando la vía área está completamente obstruida. La persona no tose ni es capaz de respirar. Se lleva las manos al cuello, su cara pasa del rojo al azulado… “En este caso hay que dar hasta cinco golpes en la espalda, entre los dos omoplatos. Si no se consigue que expulse el cuerpo, habrá que comprimir el estómago con la llamada maniobra de Heimlich.

6. Provocar el vómito a un niño que se ha tragado un objeto extraño. Si el pequeño se traga una moneda no tiene que cundir la alarma, ya que “es un objeto redondo, sin aristas, y lo expulsará con las heces”. Si se embucha un cuerpo cortante o punzante, “llévelo inmediatamente a urgencias, pero jamás le provoque el vómito”.

7. Dar leche para neutralizar el efecto de la lejía. Otro error muy común es obligar a beber leche a un niño que ha ingerido lejía. “No hay que darle de beber nada, ni leche ni agua ni ningún otro líquido. Nunca administramos un antídoto por boca, porque no son eficaces y pueden empeorar las lesiones. Tampoco hay que provocar el vómito, porque el líquido al pasar por el tubo digestivo hace daño al entrar y al salir”, insiste el médico. Lo correcto es llamar al Instituto Nacional de Toxicología.

8. Provocar el vómito a quien ha tomado muchos fármacos. Ni en niños ni en adultos hay que recurrir a forzar el vómito para que salgan los fármacos ingeridos. “Consulte con el Instituto Nacional de Toxicología”, aconseja el especialista. En el hospital se utiliza carbono activado para evitar que se absorba el medicamento. El lavado gástrico se hace cada vez menos.

9. Desinfectar una herida con agua oxigenada y mercromina. El burbujeo del agua oxigenada sobre la superficie de la herida seguido del rojo intenso de la mercromina, forman parte del ritual antiséptico de las heridas desde hace unas décadas. "Hoy, basta con lavar la lesión, solo con agua, y después aplicar un poco de povidona yodada (Betadine), una combinación más sencilla y con más poder desinfectante, según aseguran los manuales de primeros auxilios. Si la herida es grande, coloque una gasa por encima y acuda al hospital”.

El jefe de Urgencias de la CUN también recomienda no utilizar puntos papel para cerrar la herida (steri strips). "No es conveniente a no ser que lo indique un médico".

10. Comprimir el estómago de un ahogado para que expulse el agua. Lo hemos visto cientos de veces en la televisión, pero no debemos repetirlo, "porque puede pasar parte del contenido del estómago a los pulmones, empeorando la situación”, dice Varo. Ante un ahogamiento, lo correcto es seguir las directrices de la reanimación cardiopulmonar (RCP): mantener la vía aérea abierta, comprobar si respira y tiene pulso; si no lo hace, comenzar las maniobras de RCP 8. "Si el ahogado está inconsciente pero respira, se coloca de lado hasta que llegan los sanitarios", aclara el médico.

11. Soplar en el ojo para eliminar un cuerpo extraño. Cuando entra algo en el ojo, la reacción inmediata del acompañante es soplar e intentar retirar el objeto causante de la molestia con un pañuelo. "No es una buena idea, porque podemos provocar erosiones en la córnea. Lo más adecuado es lavar el ojo (con suero fisiológico o agua) para que el líquido arrastre el objeto hasta que salga. Llorar profusamente tiene un efecto parecido", revela Vara.

12. Sacar un objeto que se queda clavado en el cuerpo. Intentar extraer a este intruso puede empeorar las lesiones. Por ejemplo, “un palo clavado en una pierna, tal vez afecte a una arteria, pero está conteniendo la hemorragia. Por eso, si es un objeto relativamente grande, hay que quitarlo en el quirófano para ir viendo hasta dónde ha llegado”.

13. Dar agua con azúcar ante una lipotimia. Es un recurso tan inocuo como ineficaz. Lo indicado es tumbar al afectado y mantenerlo con las piernas elevadas hasta que pase el síncope. “Abanicar o dar agua con azúcar no mejora nada”, concluye el experto.

Fuente: http://elpais.com/elpais/2015/09/18/buenavida/1442581885_200235.html

Categoría: PRIMEROS AUXILIOS Martes 22 de Septiembre del 2015

Consejos para tratar las quemaduras en el hogar

Las quemaduras son uno de los tipos más comunes de lesiones ocurridas en el hogar. Puede variar desde leves hasta quemaduras importantes, que podrían llegar a ser fatales. Por lo tanto, es importante armarse con conocimientos sobre la manera de tratar diferentes tipos de quemaduras.

Tipos de quemaduras

Cuando se habla de tipos de quemadura, básicamente se refiere a la clasificación de una quemadura como leves o graves. Existen tres tipos conocidos: de primer grado, segundo grado y tercer grado. Estas clasificaciones se basan en una forma progresiva, lo que implica que las quemaduras de tercer grado son graves y necesitan atención médica urgente, ya que pueden ser potencialmente mortales.

El proceso de identificación del tipo de quemadura se refiere a la extensión del daño en los tejidos del cuerpo. Las quemaduras de primer grado son las menos graves, ya que afectan sólo la capa externa de la piel, que aparece enrojecida e hinchada. Cuando se toca el área quemada, hay una cantidad sustancial de dolor, sin embargo, soportable.

Las quemaduras de segundo grado afectan las capas primera y segunda de la piel. El área de la piel que se quema parece ser de color rojo intenso y puede tener ampollas. También viene hinchazón severa e intensa con el dolor.

Quemaduras de tercer grado, este es el caso más grave de quemaduras y afectan todas las capas de la piel y el resultado es el daño permanente del tejido. En algunos casos, incluso se ven afectados los huesos. En la superficie, la piel aparece de color negro o blanco, seco o carbonizada.

Tratamiento de quemaduras menores

Usted puede realizar su propio tratamiento de primeros auxilios para las quemaduras siempre que el área afectada no mida más de 3 pulgadas de diámetro. Aquí hay 3 procedimientos que puede utilizar:

  1. Enfriamiento. Permitir que el agua fluya directamente sobre la superficie quemada por lo menos cinco minutos. Esto se puede hacer hasta que el dolor se alivie un poco. A falta de agua corriente, puede conseguir un recipiente lleno de agua fría y vaciarlo sobre la superficie quemada. Esto ayudará a reducir la hinchazón causada por la quemadura en su piel. Evite poner hielo directamente sobre la piel quemada.
  2. El uso de un vendaje de gasa de algodón, sin apretar envuelva la tela alrededor de la piel quemada. La idea de utilizar este método es mantener el aire fuera de la zona quemada, mientras que también ayuda a reducir la cantidad de inflamación o el dolor.
  3. En algunos casos, el dolor es intolerable y debe administrar medicamentos como su único recurso. Los analgésicos recomendados para las quemaduras menores incluyen el ibuprofeno, la aspirina, naproxeno, paracetamol, etc

El tratamiento de quemaduras graves

En caso de quemaduras de tercer grado, solicite ayuda médica inmediatamente. A la espera de que el personal médico llegue, tome nota de lo siguiente:

  • Quitar la ropa quemada del cuerpo del paciente. Si desea asegurarse de que el paciente ya no está expuesto a materiales ardientes, debe tener cuidado al retirar la ropa del cuerpo del paciente.
  • Si bien el tratamiento de agua fría es ideal para las quemaduras menores, no es aconsejable para las quemaduras graves ya que esto provocaría un shock.
  • Verifique los signos vitales de una persona, como la respiración, la circulación o pulso.
  • Envuelva el área quemada del cuerpo con un paño húmedo o una toalla. Asegúrese de que sea estéril.

Asesoramiento para el tratamiento de quemaduras

Nunca debe realizar las siguientes acciones:

  • Nunca coloque el hielo directamente sobre la piel quemada. Si lo hace, dará lugar a la congelación y aumentar los daños ya presentes en la piel.
  • Evite el uso de ungüentos o aceites ya que pueden interferir con el proceso natural de curación.
  • Evite romper las ampollas que vienen con la piel quemada, ya que se expone a la infección.

Remedios caseros para las quemaduras

Si algún miembro de su familia sufre de quemaduras, tome nota de los siguientes remedios caseros y consejos para ayudar en la prevención de daños mayores:

  • El primer paso para tratar las quemaduras es detener el proceso de quemaduras. Usted puede hacer esto mediante la aplicación de agua fría sobre la piel.
  • Estudiar la extensión de los daños. Si hay piel carbonizada o ampollas, es señal que la capa superior de la piel está dañada. A mayor área de daño, pida ayuda de emergencia.
  • Presionar el área facial o del cuello puede causar inflamación, lo que podría traducirse en dificultad para la respiración. Llame a la asistencia médica de inmediato.
  • Para los casos leves de quemaduras, puede ayudar en el proceso natural de curación el uso de ropa holgada que causará mínima irritación en la piel.

Categoría: PRIMEROS AUXILIOS Sábado 7 de Marzo del 2015

Primeros auxilios en casos de envenenamiento o intoxicación

Una intoxicación es causada por ingerir, inyectarse, inhalar o exponerse de algún modo a una sustancia dañina. La mayoría de las intoxicaciones ocurren por accidente. 

Los primeros auxilios inmediatos son muy importantes en una emergencia por intoxicación. Los primeros auxilios que se administren antes de conseguir ayuda médica pueden salvar la vida de una persona. 

Esto es únicamente para información y no para el uso en el tratamiento o manejo de una exposición real a tóxicos.

En los Estados Unidos, llame al 1-800-222-1222 para comunicarse con un centro de toxicología local. Esta línea gratuita le permitirá hablar con expertos en intoxicaciones, quienes le darán instrucciones adicionales.

Consideraciones

Cada año, se notifican millones de intoxicaciones a los centros de toxicología de los Estados Unidos y muchos casos derivan en muertes.

Es importante destacar que el hecho de que un empaque no tenga una etiqueta de advertencia no significa que sea seguro. Usted debe considerar que se trata de un caso de intoxicación cuando alguien resulte enfermo de manera repentina sin una razón evidente o si la persona es hallada cerca de un horno, un vehículo, un incendio o en un área mal ventilada.

Los síntomas de intoxicación o envenenamiento pueden tardar en aparecer; sin embargo, si usted sospecha que alguien está intoxicado, no espere hasta que se manifiesten los síntomas antes de conseguirle ayuda médica a la persona.

Causas

Los elementos que pueden causar intoxicación abarcan:  

  • El gas monóxido de carbono (de hornos, motores a gas, incendios, calefactores)  
  • Ciertos alimentos
  • Químicos en el lugar de trabajo
  • Fármacos, entre ellos los recetados y los de venta libre (como una sobredosis de ácido acetilsalicílico) y drogas ilícitas como la cocaína
  • Detergentes y productos de limpieza de uso doméstico
  • Plantas de interiores y de exteriores (comer plantas tóxicas)
  • Insecticidas
  • Pinturas  

Síntomas

Los síntomas varían según el tóxico, pero pueden abarcar:  

Primeros auxilios

Busque ayuda médica de inmediato.

Para intoxicación por ingestión: 

  1. Examine y vigile las vías respiratorias, la respiración y el pulso de la persona. Inicie respiración boca a boca y RCP, de ser necesario.
  2. Trate de constatar que la persona ciertamente se haya intoxicado, ya que puede ser difícil determinarlo. Algunas señales son aliento con olor a químicos, quemaduras alrededor de la boca, dificultad para respirar, vómitos u olores infrecuentes en la persona. Si es posible, identifique el tóxico.
  3. No provoque el vómito en la persona, a menos que así lo indique el Centro de toxicología o un profesional de la salud.
  4. Si la persona vomita, despeje las vías respiratorias. Envuelva un pedazo de tela en los dedos de la mano antes de limpiar la boca y la garganta. Si la persona ha estado enferma debido a la ingestión de parte de una planta, guarde el vómito. Esto puede ayudarle a los expertos a identificar el tipo de medicamento que se puede utilizar para neutralizar el tóxico.
  5. Si la persona comienza a tener convulsiones, administre los primeros auxilios para estos casos.
  6. Mantenga a la persona cómoda. Gírela sobre su lado izquierdo y permanezca allí mientras consigue o espera la ayuda médica.
  7. Si el tóxico ha salpicado las ropas de la persona, quíteselas y lave la piel con agua.

Para intoxicación por inhalación:

  1. Pida ayuda médica de emergencia. Nunca intente rescatar a una persona sin antes notificar a otros.
  2. Rescate a la persona del peligro de gases, vapores o humo si es seguro hacerlo y abra las ventanas y puertas para que salgan los vapores.
  3. Respire aire fresco profundamente varias veces y luego contenga la respiración al entrar al lugar. Colóquese un pedazo de tela mojado sobre la nariz y la boca.
  4. No encienda fósforos ni utilice encendedores pues algunos gases pueden hacer combustión.
  5. Luego de rescatar a la persona del peligro, examine y vigile sus vías respiratorias, la respiración y el pulso. Si es necesario, comience a dar respiración boca a boca y RCP.
  6. Si es necesario, administre los primeros auxilios para lesiones en los ojos o convulsiones.
  7. Si la persona vomita, despeje sus vías respiratorias. Envuelva un pedazo de tela alrededor de los dedos antes de limpiar la boca y la garganta.
  8. Incluso si la persona parece estar perfectamente bien, consiga ayuda médica.

No se debe

  • No administre nada por vía oral a una persona inconsciente.
  • No induzca el vómito a menos que así lo indique el personal del Centro de Toxicología o un médico. Un tóxico fuerte que produzca quemaduras en la garganta al entrar también hará daño al devolverse.
  • No intente neutralizar el tóxico con zumo de limón, vinagre ni cualquier otra sustancia, a menos que así lo indique el personal del Centro de Toxicología o un médico.
  • No utilice ningún antídoto del tipo "curalotodo".
  • No espere a que se presenten los síntomas si sospecha que una persona se ha intoxicado.

Cuándo contactar a un profesional médico

En los Estados Unidos, llame al 1-800-222-1222 para comunicarse con un centro de toxicología local. Esta línea gratuita le permitirá hablar con expertos en intoxicaciones, quienes le darán instrucciones adicionales. Se trata de un servicio gratuito y confidencial. Todos los centros de toxicología locales en los Estados Unidos utilizan esta línea nacional. Usted debe llamar si tiene inquietudes acerca de las intoxicaciones o la manera de prevenirlas. No tiene que ser una emergencia. Puede llamar por cualquier razón las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Si es posible, lleve consigo el recipiente de la sustancia al hospital.

Prevención

Tenga cuidado con los venenos o tóxicos que hay en su casa o en los alrededores. Tome medidas para proteger a sus hijos pequeños de sustancias tóxicas. Guarde todos los medicamentos, limpiadores, cosméticos y químicos de uso doméstico fuera del alcance de los niños o en armarios con pestillos a prueba de niños. 

Esté familiarizado con las plantas en su casa, el patio y la vecindad. Igualmente, mantenga a sus hijos informados al respecto. Retire cualquier tipo de plantas venenosas. Nunca coma plantas, hongos, raíces ni bayas silvestres a menos que esté muy familiarizado con estos. 

Enséñeles a los niños respecto a los peligros de sustancias que contengan veneno. Marque todos los venenos. 

No guarde químicos de uso doméstico en recipientes de alimentos, incluso si están etiquetados. La mayoría de las sustancias que no son alimento son tóxicas si se toman en dosis grandes. 

Si a usted le preocupa que tóxicos industriales podrían estar contaminando la tierra o el agua en los alrededores, informe sus inquietudes a la Secretaría de Salud local o la Agencia de Protección Ambiental (Environmental Protection Agency, EPA) federal o del estado.   

Categoría: PRIMEROS AUXILIOS Sábado 7 de Marzo del 2015

Atragantamiento. Primeros auxilios a los niños

Es uno de los accidentes más comunes de la infancia

A medida que el bebé va creciendo va adquiriendo la capacidad de moverse, girarse, observar y llevárselo todo a la boca. Cualquier objeto a su alcance, aumentará el riesgo de atragantamiento a partir de los cuatro meses de edad.

Los trocitos de comida, las piezas de algunos juguetes que pueda alcanzar o los objetos le den otros niños de su entorno pueden ser causa de un atragantamiento.

Qué hacer cuando el niño se atraganta

Si, tras un atragantamiento, el lactante o el niño balbucea, llora, habla o tose, es señal de que el aire está pasando por las vías aéreas, por lo que probablemente nos hallaremos ante una situación de obstrucción parcial. La tos es el mecanismo reflejo más potente capaz de revertir esta situación.

¿Qué debemos hacer?
Estimular y facilitar que la tos se siga produciendo. De forma instintiva, a veces, se dan golpes en la espalda con la intención de ayudar, pero esto no debe hacerse porque el cuerpo extraño puede moverse y la obstrucción parcial puede convertirse en total. De modo que evita dar al niño golpes en la espalda, comprimirle el abdómen y ofrecerle algo de beber.

 

Primeros auxilios. Atragantamiento

 

Cuando la tos es inefectiva

Si no hay tos o ésta es claramente inefectiva, podemos estar ante una obstrucción total de las vías respiratorias, que habrá que diferenciar si el niño está consciente o inconsciente.

El niño está consciente:

- Llama a emergencias.

- Coloca al niño de pie e inclinado, con la cabeza más baja que el cuerpo. Pasa una mano por sus axilas para sujetar su pecho y con la otra mano dale hasta 5 golpes con la parte inferior de la palma de la mano en la parte alta de la espalda entre sus omoplatos.

- Si no ha conseguido expulsar el cuerpo extraño, hay que iniciar las compresiones abdominales o maniobra de Heimlich, hasta 5 veces. Esta maniobra consiste en colocarse detrás del niño y rodearle la cintura con los brazos. Cerrar una mano y colocar el nudillo del pulgar por encima del ombligo, a nivel de la boca del estómago, entre el ombligo y el tórax. Cógete el puño con la otra mano y realiza una fuerte presión hacia dentro y hacia arriba, lo que provocará un aumento de la presión en el tórax, obligando a salir al aire que queda dentro de los pulmones, arrastrando el cuerpo extraño. Se debe seguir con la maniobra hasta la llegada de ayuda o hasta la pérdida de conocimiento.

El niño está inconsciente:

Dada la ausencia de conocimiento, hay que pedir ayuda a emergencias inmediatamente. Mientras llega la ayuda médica, realiza 30 compresiones torácicas, seguidas de dos insuflaciones de aire en la boca del niño hasta la recuperación.

Lactante consciente:

- Llama a emergencias.

- Coloca al lactante boca abajo sobre el antebrazo, con la cabeza más baja que el cuerpo. Sujeta con la mano la barbilla del lactante y coloca un dedo en su labio inferior para que la boca permanezca abierta y sentir si sale el cuerpo extraño.

- Con la otra mano, dale hasta 5 golpes en la espalda entre los omoplatos. Si no hay expulsión del cuerpo extraño, es necesario dar la vuelta al lactante y colocarlo sobre el antebrazo mirando hacia arriba y aguantando el cuello con la mano. También puedes colocarle sobre una superficie dura. Aplica hasta 5 compresiones torácicas con los dedos de la mano en posición vertical en el centro del pecho, un poco más abajo de una línea imaginaria trazada entre los dos pezones. - Repite todo el ciclo completo hasta la recuperación y hasta la llegada de ayuda o pérdida de conocimiento.

Lactante inconsciente:

- La maniobra de Heimlich no es una técnica adecuada para realizar en un lactante o menor de un año, por el riesgo de ocasionarle lesiones en las vísceras abdominales. Antes de la llegada del personal sanitario o la recuperación de la respiración, realiza 30 compresiones torácicas seguidas de 2 insuflaciones.

- Cuando se realiza una reanimación en una obstrucción de la vía aérea por un cuerpo extraño, es habitual que el aire no entre, no eleve el tórax o cueste mucho introducirlo. En el supuesto de que el tórax se elevara con facilidad, reevalúa la situación pero, si sigue inconsciente y no respira normalmente, deberás proseguir con las maniobras hasta la llegada de los sanitarios. 

Categoría: PRIMEROS AUXILIOS Jueves 5 de Marzo del 2015

Cómo parar una hemorragia

Todo el mundo necesita saber qué hacer en caso de una hemorragia. En general las hemorragias internas deben ser asistidas por un profesional de la salud, mientras que las hemorragias externas pueden ser controladas por uno mismo, dependiendo de la gravedad de la situación. Las hemorragias pueden ser causadas por la ruptura de capilares, venas o arterias debido a una contusión o corte. Sigue leyendo y descubrirás métodos eficaces para ayudarte a detener una hemorragia externa.

Pasos

Método 1 de 2: Determina el tipo de hemorragia

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    Determina el tipo de hemorragia a tratar. Existen tres tipos diferentes:
    • Hemorragia externa por herida abierta, donde el sangrado fluye hacia el exterior del cuerpo.
    • Hemorragia externa por orificios naturales del cuerpo, donde el sangrado se visualiza en las heces, la orina, el vómito o la vagina.
    • Hemorragia interna, donde el sangrado se produce dentro del cuerpo 

Método 2 de 2: Detén la hemorragia externa

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    Mantén la calma. La persona que sufre la hemorragia puede asustarse aún más si te ve nervioso.
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    Realiza presión directamente sobre la herida. Presiona de manera tal de que no quede espacio por donde pueda continuar la hemorragia. Si la herida se encuentra en un miembro, es aconsejable levantar el miembro afectado y presionar la herida con la mano.
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    Utiliza un apósito o un trozo de tela limpia. Sigue presionando la herida con una gasa hasta que la hemorragia cese. No es aconsejable el uso de algodón o superficies que se peguen a la herida.
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    Limpia el área. Debes limpiar la herida de la suciedad visible, o en lo posible el área alrededor de ella, con gasa esterilizada. Nunca utilices una tela o trapo sucio para limpiar ya que se puede originar una infección.
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    Trata a la persona como en estado de shock si fuese necesario. Coloca a la persona recostada en el suelo, pon una frazada y levanta sus pies para poder mejorar la circulación, a una altura de 20 o 30 cm del suelo. Cubre a la persona con una frazada para mantener la temperatura corporal.
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    Realiza un vendaje firme. Aprieta el vendaje sobre la herida de tal manera que la hemorragia se detenga.
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    Identifica el tipo de sangrado. Dependiendo de que se trate de una arteria o de una vena abierta, es el paso siguiente que debes realizar.
    • En hemorragias de arterias abiertas el flujo de sangre es intermitente, tiene mucha presión y el color rojo es vivo y brillante. En este caso, luego de ejercer presión sobre la herida, debes recurrir al centro de salud más cercano o llamar por asistencia médica.
    • En hemorragias de venas abiertas el flujo de sangre es continuo y el color es rojo oscuro. Puede ser controlado más fácilmente, pero es recomendable que la persona que sufrió la lesión se haga un control médico a la brevedad.
    • En hemorragias de capilares el flujo de sangre es escaso y se visualiza a través de puntos pequeños. Es totalmente controlable.
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    Detén la hemorragia y busca ayuda. Las razones que pueden producir una hemorragia son múltiples. Ya sea que se produjo un corte o un golpe, o que el sangrado comenzó sin aviso alguno, todo puede tener consecuencias futuras. Una vez parada la hemorragia, es necesario enviar a la persona a un centro especializado para su manejo.Anuncio

Consejos

  • Actúa rápidamente, puesto que una hemorragia con mayor dimensión de la normal, no puede ser manejada ambulatoriamente, esta puede complicarse con procesos infecciosos, que uno debe evitar, para ello es necesario remitir al paciente evitando que continúe la hemorragia.
  • No quites el vendaje para ver si la hemorragia a parado. Por el contrario, debes seguir ejerciendo presión sobre la herida.
  • Es preferible que laves tus manos antes de aplicar presión sobre alguna herida. Mejor aun si puedes utilizar guantes.

Advertencias

  • Si dejas que la hemorragia continúe, puedes perder al paciente, puesto que con solo perder el 30% del volumen total de sangre, la persona puede padecer un shock hemorrágico o choque hipovolémico.
  • No realices torniquetes a menos que las hemorragias sean masivas. Los torniquetes pueden causar necrosis al miembro con hemorragia, lo que conlleva a la pérdida posterior de dicho miembro.

Categoría: PRIMEROS AUXILIOS Viernes 20 de Febrero del 2015

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