Arrugas, manchas, envejecimiento prematuro, cáncer de piel… La exposición al sol tiene todas estas consecuencias si no utilizas un protector solar de forma adecuada.

Protector solar, imprescindible para prevenir el cáncer de piel. Adobe Stock

El sol es fundamental para la vida, es la mayor fuente de vitamina K, necesaria para el organismo, pero hay que exponerse al sol siempre con protección y con algunas precauciones. De esta forma evitaremos las consecuencias negativas del sol: las manchas, las arrugas prematuras y el cáncer de piel.

Aprovechamos el día Europeo de la Prevención del Cáncer de Piel para recordarte la importancia de usar un protector solar a diario, porque la prevención, junto al diagnóstico precoz, son fundamentales para evitar esta enfermedad. El dotor Íñigo Martínez, director médico del Hospital Universitario HM Sanchinarro, explica que "al año en el mundo se detectan 160.000 nuevos casos de cáncer de piel y es el proceso oncológico con mayor incidencia entre los seres humanos de raza blanca que viven en países con clima soleado".

Por su parte, la doctora Virginia Sánchez, jefe del Servicio de Dermatología del Hospital Universitario HM Sanchinarro, incide en la necesidad de "reducir la exposición solar en la infancia, ya que la piel tiene memoria y es una edad clave en la que una sobreexposición puede potenciar la aparición de un melanoma en la edad adulta".

10 claves para una protección solar eficaz

1. Protégete del sol todos los días, también cuando está nublado. Las nubes ocultan el sol, pero los rayos las traspasan. Además las nubes hacen que la radiación solar sea más difusa, esos días no podemos encontrar sombra y por eso es necesario protegerse igualmente.
2. Usa protección solar a diario y no solo cuando vayas a la piscina o a la playa. Acostúmbrate a utilizar cremas faciales que tengan protección o un protector solar después de tu crema a diario. Si además estás en el exterior, haciendo deporte, tomando un refresco en una terraza, en el parque con tus hijos… también debes usar un protector para el cuerpo.
3. Evita la exposición al sol en las horas centrales del día. Entre las 12 y las 16h, más o menos, los rayos son más intensos en primavera y, sobre todo, en verano.
4. Aplica el protector solar media hora antes de la exposición. No esperes a llegar a la playa o a la piscina, aplica el protector solar antes de salir de casa.
5. Vuelve a aplicar protector después de cada baño y cada dos horas. Aunque utilices una crema resistente al agua, después de cada baño aplica de nuevo el protector y si no te bañas, reaplica cada dos horas.
6. No hay ningún protector solar que te proteja por completo. El factor de protección se relaciona con el tiempo que tu piel se mantiene protegida de los rayos del sol sin llegar a quemarse. Si tu piel es muy clara, tienes lunares, has pasado por un cáncer o tienes antecedentes extrema las precauciones y utiliza también filtros físicos como pamelas, sombreros, sombrillas, etc.
7. El factor mínimo que deberías utilizar en los primeros días de exposición es de 30 en adelante. No pienses que no te vas a broncear, tardarás más, pero tu piel irá cogiendo ese tono moreno que tanto te gusta.
8. Aplica la crema solar en todas las zonas del cuerpo. No te olvides de las manos, los empeines, las orejas, la espalda… Protege de forma específica las cicatrices, lunares, pecas y manchas. Y sé generoso con la crema.
9. El sol también es dañino en invierno. En invierno el sol tiene menos fuerza pero sus rayos causan igualmente daños, así que también hay que protegerse. Lógicamente en invierno como vas tapada, solo tienes que usar el protector en las zonas descubiertas, en particular el rostro y las manos.
10. Evita la exposición al sol de los bebés menores de 6 meses. La piel de los niños es mucho más delicada, y además tiene memoria, es preferible evitar exponerlos al sol cuando son bebés. Y hasta los 3 años, limitar las exposiciones, ponerles gorras y utilizar protectores solares específicos para los niños.
11. Fuente:  http://ow.ly/cfv730cENJv