Harvard y Columbia afirman que el dinero puede comprar la felicidad

  • Aunque con una condición: sólo si se utiliza para comprar tiempo

Harvard y Columbia afirman que el dinero puede comprar la felicidadSiempre se ha dicho que el dinero no compra la felicidad. ¿Qué hay de cierto en eso? (Philartphace / Getty)

Un viejo “axioma” de la humanidad reza imperturbable al tiempo: “ el dinero no compra la felicidad ”. Aunque es improbable conocer su génesis, la frase sin dudas ha logrado sostenerse en el tiempo y ha ayudado a sostener el delicado balance entre los que más y los que menos poseen. Porque, claro, esa frase tiene un doble poder social: A los de aquí abajo – para los que llegar a fin de mes es más un fantasía que una realidad-, porque les consuela esa afirmación esperanzadora de una (¿ilusoria?) igualdad; mientras que a los que ocupan la lista de Forbes les sirve (sin gran preocupación tal vez) para que los que menos tienen, que son abrumadoramente mayoría, no se los devoren.

Pero, quizás, esta histórica “máxima” tenga -como la gran mayoría de los mortales ya sospechábamos-, más “folclore literario” que base científica. (¿Perdurará el equilibrio de fuerzas?). Es que según un estudio realizado en conjunto por las prestigiosas universidades de Columbia Británica y Harvard, y publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, ese viejo adagio de que el dinero no puede comprar la felicidad no encuentra asidero en nuestros días. Y que, por el contrario, el dinero puede proporcionar felicidad, aunque sólo si se lo utiliza para “comprar tiempo”.

Los que pagan a alguien para que haga las tareas domésticas, o invierten en aparatos que les ahorren tiempo, son más felices con su suerte que las personas que no lo hacen”

Para llegar a esa conclusión, los científicos realizaron una encuesta entre más de 6.000 personas de Estados Unidos, Dinamarca, Canadá y los Países Bajos. A los participantes se les preguntó cuánto tiempo pasaban cada mes en “comprar tiempo libre”. También evaluaron su satisfacción con la vida, y contestaron cuestionarios sobre sentimientos y situaciones de estrés. Los investigadores hallaron que el uso de dinero para “comprar tiempo” está vinculado a una mayor satisfacción con la vida, y que a su vez hace que la gente se sienta más feliz y más contenida.

En particular, los equipos de la Universidad de Columbia Británica y la Escuela de Negocios de Harvard encontraron que los que pagan a alguien para que haga las tareas domésticas como limpiar y cocinar, o invertir en aparatos que les ahorren tiempo, como gadgets u aplicaciones de celulares, entre otras, son más felices con su suerte que las personas que no lo hacen.

Invertir en utensilios que nos ahorran tiempo nos hace más felices Invertir en utensilios que nos ahorran tiempo nos hace más felices (maurusone / Getty)

“Aquellos que gastaron su dinero en compras de ahorro de tiempo reportaron una mayor satisfacción con su vida, y este efecto se mantuvo incluso después de controlar los ingresos”, explicó la autora principal Ashley Whillans, profesora asistente en la Escuela de Negocios de Harvard. “De hecho, el uso de dinero para comprar tiempo tiene beneficios similares a tener más dinero”, agregó Whillans.

Sin embargo, “los beneficios de comprar tiempo no son sólo para la gente rica”, sostuvo la profesor de psicología de UBC y coautor principal del estudio, Elizabeth Dunn. “Pensábamos que los efectos beneficios sólo se darían en las personas con un buen ingreso, pero para nuestra sorpresa encontramos los mismos efectos positivos a través del espectro total de ingresos”, añadió la profesional.

Los que gastan en tiempo en lugar de algo material se sienten más felices

Para comprobar si “el tiempo que se puede comprar” causa mayor felicidad, los investigadores realizaron el siguiente experimento: Escogieron a 60 personas al azar y se les entregó la suma de 80 dólares a cada uno. Luego, se les indicó que el fin de semana gastaran la mitad de ese dinero en comprar tiempo -por ejemplo un robot aspiradora-. Y al siguiente fin de semana, se les pidió que usaran el resto del dinero en una compra “material” -por ejemplo, ropa o zapatillas-. Los resultados revelaron que la gente se sentía más feliz cuando gastaba dinero en una compra que ahorraba tiempo que en una compra “material”.

Sin embargo, a pesar de los beneficios reportados, los investigadores se sorprendieron por la poca gente que decide gastar su dinero en compras que ahorran tiempo en la vida cotidiana. Utilizando una muestra de 850 millonarios, el equipo encontró que casi la mitad reportó no gastar dinero en tareas externas de tercerización. En tanto, otra encuesta realizada a 98 trabajadores, en donde se les preguntó cómo se gastarían una ganancia inesperada de 40 dólares, también reveló que sólo el 2 por ciento lo utilizaría de una manera que les ahorre tiempo.

En la práctica, los que reciben un dinero inesperado prefieren gastarlo en algo material En la práctica, los que reciben un dinero inesperado prefieren gastarlo en algo material (Mike Kemp / Getty)

“Aunque “comprar tiempo” puede servir como un amortiguador contra las presiones del tiempo de la vida diaria, pocas personas lo hacen incluso cuando pueden permitirse el lujo”, contó Dunn. “Mucha investigación ha demostrado que la gente se beneficia al invertir su dinero en experiencias agradables, pero nuestra investigación sugiere que la gente también debería considerar la posibilidad de comprar experiencias desagradables”.

Comer fuera se clasificó como una categoría extrovertida y baja conciencia de gastos, por ejemplo; mientras que las “caridades” y “mascotas” se clasificaron como categorías de gasto agradable”

Se basa en las conclusiones de una investigación anterior llevada a cabo por Cambridge Judge Business School y el Departamento de Psicología de la Universidad de Cambridge que encontró que la felicidad no está determinada por algo tan simple como tener o no tener dinero para gastar. En cambio, la felicidad causada por tener más dinero en efectivo de repuesto depende de en qué se gasta, y si esos elementos coinciden con su personalidad.

Al analizar 77.000 transacciones bancarias en el Reino Unido y pedir a los clientes que completaran un cuestionario sobre la personalidad y la felicidad, la investigación identificó 59 categorías de gastos que se compararon con los rasgos de personalidad de los denominados “Cinco Grandes”, que incluyen la apertura, la experiencia, la conciencia, la extraversión, el agrado y el neuroticismo.

La felicidad causada por tener más dinero en efectivo de repuesto depende de en qué se gasta La felicidad causada por tener más dinero en efectivo de repuesto depende de en qué se gasta (Ljupco / Getty)

El promedio de satisfacción con la vida alcanza un pico en los países que tienen un ingreso promedio anual de alrededor de 33.000 dólares, y que después de eso, la satisfacción con la vida tiende a disminuir a medida que aumenta la riqueza.

Comer fuera se clasificó como una categoría extrovertida y baja conciencia de gastos, por ejemplo; mientras que las “caridades” y “mascotas” se clasificaron como categorías de gasto agradable. Los datos mostraron que las personas generalmente gastan más dinero en productos que se adapten a su personalidad, y esto, a su vez, los hizo más felices.

El promedio de satisfacción con la vida alcanza un pico en los países con un sueldo medio de unos 28.000€

Según una investigación de los economistas Eugenio Proto y Aldo Rustichini, la gente tiende a ser más feliz en los países con ingresos superiores a la media. En particular, encontraron una correlación entre la satisfacción con la vida y el PIB per cápita, incluso cuando ajustaron los resultados por paridad de poder adquisitivo, pero que esta satisfacción de vida tenía un límite superior.

Los datos revelaron que el promedio de satisfacción con la vida alcanza un pico en los países que tienen un ingreso promedio anual de alrededor de 33.000 dólares (al rededor de 28.000 euros), y que después de eso, la satisfacción con la vida tiende a disminuir a medida que aumenta la riqueza.

Fuente: http://ow.ly/r8vV30e4sFE

Categoría: GENERAL Martes 1 de Agosto del 2017