• No todo podía ser tan maravilloso

Un reciente estudio publicado en el Journal of Food Science ha concluído que la cafeína puede debilitar temporalmente nuestras papilas gustativas, haciendo que el sabor de las comidas y las bebidas nos parezca menos dulce.

Esto afectaría especialmente a los alimentos que tomamos junto al café, como los croissants o las galletas, cuyos azúcares no sentiríamos en nuestra boca pero sí en nuestra sangre. Esto, según la investigación, puede provocar que el cerebro nos pida una mayor demanda de azúcar que la que realmente nuestro cuerpo necesita, llevándonos a ponerle a la taza de café más cucharadas de azúcar de las necesarias y así aumentar la ingesta de este ingrediente.

Para el estudio fueron requeridos 107 participantes que, aleatoriamente, se dividieron en dos grupos: uno bebió café con un suplemento de 200 mg. de cafeína, mientras que el otro lo bebió descafeinado con una sustancia que simulaba el sabor del otro café, pero ambos lo hicieron con la misma cantidad de azúcar añadido en sus bebidas. A pesar de ello, los participantes que tenían el café con cafeína lo calificaron como menos dulce que aquellos que lo bebían descafeinado.

“Cuando bebes café con cafeína cambia la forma en que percibes el gusto durante el tiempo que el efecto dure. Si tomamos alimentos directamente después de beber un café con cafeína u otras bebidas con cafeína, es probable que percibamos la comida de manera diferente”, dijo Robin Dando, profesor de Ciencias Alimentarias de la Universidad de Cornell, en un comunicado de prensa.

El efecto “despertador” del café podría estar en nuestra mente

En paralelo a estos resultados, también fue sorprendente averiguar que los participantes del estudio no fueran capaces de discernir si su café contenía o no cafeína. Los participantes de ambos grupos notaron un mayor estado de alerta, pero ninguno mostró mejora en los tiempos de reacción, algo que viene a poner en duda el poder de la cafeína para despertarnos.

“Creemos que podría haber un efecto placebo o condicionante en la simple acción de tomar café”, dijo Dando. “El acto de beber café –simplemente debido al aroma y al gusto– suele ir seguido de un estado de alerta. Lo que parece ser importante es la propia acción en sí: solo pensar en beber el café te hará sentir más despierto”.

Fuente: http://ow.ly/ks6M30hcRFO