El Ayuntamiento de Madrid exige que el desarollo urbano vaya acompañdo de dotaciones públicas

El Ayuntamiento de la capital tiene una obsesión a la hora de abordar el plan urbanizar la zona del sureste de Madrid: que el desarrollo urbano privado siempre vaya acompasado por dotaciones públicas para evitar una nueva burbuja inmobiliaria. «No queremos que ocurra lo mismo que en Las Tablas», subrayan desde el área de Desarrollo Urbano Sostenible, que defienden que el gobierno de Ahora Madrid ha sido el que ha firmado la primera cesión de suelo para construir un instituto en Las Tablas después de que haya familias viviendo allí desde hace doce años.

La Junta de Gobierno del pasado 25 de enero aprobó el Plan Director que define y organiza las acciones que el Ayuntamiento de Madrid va a poner en marcha para ejecutar la Estrategia de Desarrollos del Sureste, que discurre por los distritos de San Blas-Canillejas, Vicálvaro y Villa de Vallecas. Con este cambio, el equipo de Manuela Carmena plantea disminuir el suelo afectado en 2.400 hectáreas y la reducción a la mitad de las viviendas construibles, lo que conllevará la reducción de la inversión privada de los 3.100 euros a los 1.650 y el coste de los equipamientos públicos de 5.050 millones a 2.300. Se verán especialmente afectados los planes de Valdecarros y Los Cerros, mientras que el ordenamiento de la zona de Ahijones y Berrocales no se alterará.

Las juntas de compensación, afectadas por el cambio, sitúan en 400 millones el dinero ya desembolsado, que se podría reclamar como perjuicio patrimonial. Sin embargo, desde el área que dirige José Manuel Calvo arguyen que «el 95% de la inversión ya realizada afecta a los Berrocales y a la zona de Ahijones, que es la parte del desarrollo que no se cambiará». Desde el Consistorio aseguran que tienen en cuenta los posibles gastos derivados de la modificación pero insisten en que seguir adelante con los desarrollos sería mucho más costoso para los madrileños. «Hemos racionalizado algo inviable desde el punto de vista urbanístico, eran proyectos sobredimensionados», afirman. Lo tienen claro, bajo su mandato, se construirán las viviendas siempre y cuando se justifique «su necesidad y demanda».

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