La alcaldesa regresó de París por los incidentes, pero no ha dado señales de vida

Mientras los disturbios en Lavapiés han reabierto la crisis interna en Ahora Madrid, con el sector más radical cuestionando la versión oficial del propio ayuntamiento, Manuela Carmena ha estado tres días desaparecida, sin otra declaración que dos mensajes en Twitter. Aunque el viernes regresó de urgencia de un viaje a París, lo cierto es que la alcaldesa no ha dado señales de vida.

Solo unas horas después de los graves altercados que convirtieron el céntrico barrio en una batalla campal, tras la muerte fortuita del mantero sengalés Mmame Mbaye, fuentes municipales detallaron que Carmena cancelaba toda su agenda y estaba rumbo a Madrid para abordar la compleja situación. Los acontecimientos obligaban a abandonar la capital francesa, a la que acudió con motivo de un congreso sobre cambio climático, organizado por la Unesco, y aprovechado también para entablar un nuevo encuentro con su homóloga y amiga Anne Hidalgo.

Sin embargo, a pesar de que su comparecencia parecía cuestión de horas, no ha hecho ninguna declaración más allá de dos tuits. El primero, para mostrar sus condolencias por la muerte de Mbaye, con el anuncio de una investigación: «Lamento muchísimo la muerte de un ciudadano en #Lavapiés. Desde el Ayuntamiento investigaremos a fondo lo sucedido y actuaremos en consecuencia. Toda mi solidaridad con familiares y amigos».

El segundo, 24 horas después, en el que evitó mencionar a la Policía Municipal –sus policías– tras las agresiones sufridas durante la madrugada del jueves al viernes por parte de los manifestantes. «Quiero que sepáis que el Ayuntamiento escuchará siempre todas las expresiones pacíficas. No puede repetirse ningún tipo de violencia como la que anoche sufrieron vecinos y servidores públicos. Lavapiés quiere seguir siendo un barrio donde la convivencia siempre es ejemplar», dijo en la red social.

Gobierno dividido

Si bien Manuela Carmena no ha hecho ninguna declaración, parte de sus concejales han estado especialmente activos en las redes sociales; todos enmarcados en el sector más radical de la marca municipal de Podemos. Si la regidora ha hablado con estos ediles, que han cuestionado la versión oficial del consistorio sobre lo ocurrido –especialmente Rommy Arce–, es una incógnita. Este periódico consultó al gabinete de la alcaldesa sobre qué había hecho este fin de semana, pero no tuvo respuesta.

No será hasta 72 horas después de los disturbios cuando dé explicaciones.

Fuente: http://ow.ly/zCtX30j1AoL