Amanda Seyfried: "De niña no me sentía escuchada, por eso me hice actriz"

Serena, dulce y reflexiva, Amanda Seyfried ha superado su miedo escénico y se ha subido a un escenario por primera vez. ¿Su ambición? La felicidad, la honestidad y el respeto. Casi nada...
Amanda Seyfried (Pensilvania, EE.UU, 1985) parece casi una adolescente, aunque en diciembre cumplirá 30 años. Porque es muy menuda incluso con sus maravillosos tacones by Riccardo Tisci; porque tiene un aura de chica aplicada y perfeccionista, con su melena rubia y sus atentos ojos azules. Pero, sobre todo, porque para ella responder preguntas sobre sí misma es algo serio. "Soy una persona honesta, es lo más importante para mí", explica. Y, además, quiere ser una estrella de verdad, una gran actriz.
Trabaja duro para conseguirlo. Ha rechazado papeles millonarios. Ha ido a terapia para superar su miedo escénico. Elige bien sus papeles. Es quizá esa determinación la que la ha convertido en una de las actrices más prometedoras de su generación: tras Mamma mia! (2007), Los miserables (2012) o Lovelace (2013), la veremos, antes de que acabe el año en De padres a hijas (el 4 de diciembre), junto a Russell Crowe, y en la comedia Navidades, ¿bien o en familia? (el 25 de diciembre). Y, desde luego, es esa determinación la que la ha llevado a ser la imagen del nuevo eau de parfum de Givenchy, 'Very Irresistible'.
Nada la ligaba al mundo del cine: su madre es terapeuta ocupacional; su padre, farmacéutico; su hermana mayor, veterinaria. Ella empezó como modelo publicitaria a los 11 años y a los 15 consiguió pequeños papeles en series de televisión. "Hoy no puedo imaginar la vida sin actuar", dice. Tras 15 años de carrera, esta primavera se subió por primera vez a un escenario, en Broadway, tras superar su miedo a las tablas. Ha aprendido a conocerse y a desafiarse. "Eso es lo que hace a alguien irresistible de verdad afirma. La autoconfianza, sentirte segura de quién eres en tu interior. Incluso si la belleza desaparece. Eso es lo que atrae a la gente. Esa sabiduría, esa aceptación".
Mujerhoy. ¿Diría que esas cualidades, sabiduría y aceptación, son las que la definen como actriz y como persona?
Amanda Seyfried. Yo pongo las cartas sobre la mesa. No intento esconder nada. Intento ser tan pura como puedo, porque quiero ser directa, no pretendo aparentar.
MH. ¿También como actriz?
AS. Especialmente como actriz. Actúo, pero eso no quiere decir que sea una representación. Interpretar sale del corazón, lo hago de la misma manera en que me relaciono con las cosas en la vida real. Intento ser lo más natural posible.
MH. Cumplirá 30 años el próximo mes de diciembre. ¿Es este un momento decisivo en su vida?
AS. Bueno, crecer no es algo que pase de la noche a la mañana, por eso un cumpleaños no es un momento decisivo. Pero la idea de tener 30 años me resulta muy interesante. Emocionalmente, he ido evolucionando lentamente con el tiempo. Quizá de forma mucho más rápida en estos últimos años. Y eso tiene que ver con la edad, pero también con las elecciones que he ido haciendo y que me han proporcionado ciertas experiencias vitales. Esas experiencias me han permitido crecer. Los 30 no me ponen nerviosa. Al menos eso creo [Risas].
MH. Esas decisiones de las que habla, ¿tienen que ver con lo variada que ha sido su carrera hasta ahora, con cine independiente, grandes éxitos comerciales y comedias románticas?
AS. Sí, sí, por supuesto. Es muy importante. Soy actriz, qué sentido tendría hacer solo papeles de heroína romántica. Es necesario que haya desafíos, que haya en tus proyectos elementos que te hagan crecer. Si quieres tener éxito en tu carrera y en tu vida, si quieres tener opciones, necesitas hacer cosas diferentes, no quedarte siempre en el mismo nivel. Es como aprender un idioma. No vas a quedarte siempre en el mismo curso. Cada papel te ofrece una oportunidad de crecer y tienes que encontrarla.
MH. Tomar las decisiones correctas en cada momento, ¿es lo más difícil en una carrera de actriz?
AS. Desde luego. Cuando llegas a un cierto punto, a lo mejor tienes que elegir entre una gran producción en la que vas a ganar mucho dinero, pero con una historia que no es interesante, y no quieres sentirte prisionera del dinero, u otra película independiente, sin mucho presupuesto, pero con una historia fascinante... pero que luego quizá no tenga distribución. Resulta realmente difícil. Es lógico que quieras ganarte la vida, mantener un estilo de vida cómodo. Pero, tienes que aprender a equilibrar tus decisiones. Cuando sabes lo que quieres es quizá más natural, aunque sigue sin ser fácil.
MH. ¿Usted sabe lo que quiere?
AS. Hace dos años decidí, por ejemplo, no hacer determinado proyecto y, aún hoy, mi agente me lo reprocha, porque era una superproducción, ¡con monstruos! Pero elegí no hacerla porque no quería pintarme de verde tres horas todos los días, durante seis meses. No habría sobrevivido. No quería ser infeliz. Es así de simple. Quiero ser feliz, no quiero ser desgraciada con lo que hago.
MH. Quiere sentirse libre.
AS. Sí, sí. Eso es. Eso es lo que te hace feliz. Yo elegí ser feliz, aunque eso supusiera menos dinero. A veces uno debe mirar lo que tiene y valorarlo.
MH. ¿Se siente parte de una generación? ¿Cuáles son los valores de las nuevas treintañeras?
AS. No lo sé. Sé cuáles son mis valores y la gente que me gusta suele tener los mismos. Intentar equilibrar la vida personal y la carrera profesional, que no haya contradicciones entre quién eres y lo que haces. Ser clara en eso. También creo que mucha gente de esta generación tiene ideas claras sobre lo que es importante y es realista sobre quiénes son por dentro. Respeto mucho eso. Respeto mucho a la gente que, de verdad, conoce la diferencia entre lo que los demás esperan y quiénes son ellos en realidad, y que no dejan que las opiniones de los demás moldeen su identidad.
MH. ¿Y cómo se maneja esa identidad en las redes sociales, algo tan importante para su generación?
AS. Controlo personalmente mi cuenta de Instagram. Tengo suficientes seguidores como para sentirme responsable de lo que publico. Entiendo el peso que tiene lo que digo para las chicas jóvenes que me siguen... Intento que sean cosas seguras, sencillas, que me hacen feliz a mí.
MH. ¿Cómo surgió su pasión por la interpretación?
AS. Pues no lo sé. Es algo que sucedió mientras crecía. Lo analicé en mi terapia. Creo que fue porque no me sentía escuchada cuando era niña. Tuve unos padres maravillosos, pero creo que yo no me sentía comprendida y que de alguna forma necesitaba actuar. Veía muchas películas y trataba de imitar a esos personajes que contaban mentiras divertidas. Era mi manera de escapar. Luego crecí y no puedo imaginarme haciendo ninguna otra cosa.
MH. ¿Cómo imagina su carrera en unos años? ¿En qué clase de actriz le gustaría convertirse algún día?
AS. En una actriz respetada. Es difícil mantener cierto nivel, pero me gustaría que la gente viera que puedo hacerlo.
MH. Y en su vida, ¿cómo se imagina?
AS. Tendré hijos, sí, por supuesto; bueno, eso espero [Risas]. Es una aventura maravillosa, desde luego.
MH. ¿Le ha llegado ya ese momento?
AS. No, todavía no. Bueno nunca se sabe, los accidentes ocurren [Risas], pero todavía no.
MH. Tuvo serios problemas de ansiedad y acudió a tratamiento para superarlos. ¿Es usted una persona muy controladora, perfeccionista?
AS. Sí, se trata de una cuestión de control. Creo que, por alguna razón, era muy controladora cuando era una niña y en aquella época no sabía manejarlo muy bien. No sé cuál era la razón. Nunca se sabe por qué se siente una aterrorizada por ciertas cosas. Pero con suficiente análisis y conociéndote mejor, aprendes a ser más amable contigo misma, a cuidarte más. A no juzgarte. Y todo se vuelve más fácil. El miedo al escenario sigue siendo intenso, pero ahora me merece la pena aceptar un papel en el teatro porque puedo disfrutar de la otra cara, la entrega al espectador.
MH. ¿Se siente entonces mejor?
AS. Sí, bueno, soy una persona ansiosa, ¡qué le voy a hacer! [Risas]. Me meto en los problemas de otras personas, soy muy empática; una actriz tiene que serlo. En ocasiones, yo lo soy demasiado, pero así es la vida. Cuanto más sabes, sobre ti, pero también sobre lo que sienten los demás, mejor. Y, naturalmente, tienes que aprender a separar el trabajo y tu vida y tus relaciones. ¡Saber más, a eso se reduce todo, en realidad! Eso es lo importante. Es lo que he aprendido a valorar más que nada.
- La chica irresistible.
"Tengo una relación maravillosa con Givenchy cuenta Amanda Seyfried. Y me encanta porque este perfume habla precisamente de eso: de saber quién eres, de aceptarte. ¡Sé cómo eres! ¡Pide lo que necesitas y diviértete!". Givenchy ha elegido a la actriz para que se convierta en embajadora de Very Irresistible, una deliciosa fragancia con notas de piña fresca, corazón de rosa y toques de ámbar, en un frasco de cristal labrado que multiplica los reflejos.
Además de prestar su imagen a la campaña, la actriz figura también en el packaging de la fragancia, una estrategia que la firma ya siguió con Alicia Keys para Dahlia Divin, o con Simon Baker en su fragancia Gentlemen Only. Vestida de rosa y rodeada por pétalos de esta flor, Amanda encarna el espíritu chispeante y audaz de "la mujer americana en París", y la idea de exprimir la vida al máximo y disfrutar de cada segundo. "No podía ser más yo", asegura radiante la actriz.
Fuente:http://www.mujerhoy.com/hoy/mujeres-hoy/amanda-seyfried-actriz-escuchada-916084102015.html
Categoría: OCIO Sábado 31 de Octubre del 2015
