No hay literatura en las palabras de los libreros de la Cuesta de Moyano: «La situación es muy precaria; somos invisibles». El reclamo, directo y conciso, ha llegado hasta el Ayuntamiento de Madrid, que desde hace semanas negocia con los implicados para encontrar una solución que resucite la zona, abandonada a su suerte pese a su historia y ubicación en el principal eje cultural de la capital.

El principal escollo con el que se encuentran, según explica a ABC el presidente de la Asociación de Libreros de la Cuesta de Moyano, Francisco Moncada, es la prohibición al paso de vehículos por el enclave, peatonalizado en 2007. El cierre de la calle prevé un horario de carga y descarga, pero este es «erróneo e insuficiente». En primer lugar, porque limita el horario de 9 a 11 horas, cuando las casetas abren entre las 10 y las 10.30; y, segundo, porque esta prohibición cercena el principal sustento de los vendedores: la compra-venta de libros a particulares. «Que los coches no puedan pasar nos hace mucho daño; antes se circulaba, se paraba un momento y se compraban los libros. Ahora es imposible», asegura Moncada sobre un problema enraizado desde hace años.

Esta reclamación, como el deseo de «dinamizar» la zona, que pasa por instalar una terraza-cafetería o hacer más apacible la estancia, ya han sido transmitidas al Consistorio que dirige Manuela Carmena (Ahora Madrid). Según el presidente de la asociación de libreros, la alcaldesa y su equipo «están mostrando muy buena predisposición», algo que, lamenta, «no ocurrió» con los gobiernos precedentes.

Fuentes municipales indicaron a ABC, después de una reunión mantenida el miércoles pasado, que «están estudiando» las posibilidades, basadas en dos líneas de actuación: «Flexibilizar los horarios de carga y descarga y valorar si es posible ubicar la terraza». En ese sentido, la misma fuente añade que el principal inconveniente es que deben ponerse de acuerdo las tres áreas competentes: el distrito de Retiro y las concejalías de Movilidad y Cultura.

En lo que se refiere a la demanda sobre el paso de vehículos, Ayuntamiento y libreros se encuentran en posiciones parejas, aunque «aún no hay nada concreto, sólo buenas intenciones», apunta Moncada. Según ha podido saber este periódico, el Consistorio es partidario de cambiar el horario, pero limitado de 11 a 16 horas; mientras que los vendedores apuestan por añadir una hora más, hasta las 17.

Marcadas las líneas generales de qué necesita la zona para regenerarse, ambos interlocutores destacan «la buena predisposición». Los protagonistas principales, sin embargo, reclaman una mayor celeridad en los plazos porque la situación es «insostenible».

El lastre del libro digital

El acceso de los coches, en efecto, es uno de los temas capitales, pero no el único. Tanto el presidente como los vendedores consultados entre las treinta casetas sitúan la peatonalización (realizada con Alberto Ruiz-Gallardón como alcalde) como el «inicio del declive», pero como parte de un todo.

Junto a este hecho figuran otros apuntes que, abordables en mayor o menor grado, han sepultado las ventas y la visibilidad de la Cuesta de Moyano, depósito del libro viejo en la capital que el pasado mes de mayo cumplió 90 años.

De una parte, destacan la aparición del libro digital, «que ha quitado mucha fuerza al papel», como apuntan en la caseta 12, además del «desapego de los jóvenes» hacia la lectura. El contexto social ocupa una parte de la cuestión, pero solo superficialmente.

En realidad, lo que señalan es la «dejadez» de la administración municipal durante los últimos años. «Hemos llegado a un punto que hay días que sale más barato cerrar por las tardes; si vendemos cuatro libros ya es un logro», argumentó a ABC un librero que prefirió no revelar su identidad.

La mencionada «dinamización» remite igualmente a que sean incluidos en las guías turísticas de la ciudad o que saquen de la calle a los ciclistas y patinadores. Además, reclaman que sean equiparados con los «bouquinistes» del Sena, en París, su homólogo más cercano, y que se rebajen los cánones a un importe «simbólico». Moncada, en este caso, añade que no piden «ningún tipo de subvención», sólo que se considere la zona como lo que es: «Un espacio cultural único en el mundo».

Propuesta del PSOE

Buena parte de estas propuestas han sido atendidas por el grupo municipal socialista, que ya mostró especial interés durante la pasada campaña electoral. Así, el PSOE de Retiro ha propuesto recientemente que la Cuesta sea declarada patrimonio Mundial de la Unesco, un proceso que se alargaría durante tres años hasta llegar a buen puerto.

Si esto llegara a producirse, los libreros no tendrían que pagar ningún canon (según cifras aproximadas, el pago máximo alcanza los 10.000 o 12.000 euros anuales) y ya estarían incluidos en las guías culturales, enmarcados dentro del eje Prado-Retiro.

La concejal de Cultura del grupo socialista, Mar Espinar, detalló a este periódico que «la idea es que la aprobación en el pleno de esta propuesta signifique un punto de inflexión y que, desde este ahí, puedan tomarse medidas provisionales». Para Espinar «es muy importante destacar el valor cultural» de la Cuesta de Moyano.

El proceso, sin embargo, es mucho más dilatado de lo que los libreros pueden esperar. En primer lugar, debe ser elevado al pleno y ser aprobado; después pasar por la Comunidad y el Consejo de Patrimonio y que la Unesco finalmente lo acepte. «Es una medida muy positiva, pero necesitamos algo mucho más inmediato; que se lleven a cabo medidas preventivas», asevera el presidente de los libreros.

Fuente:http://www.abc.es/espana/madrid/abci-libreros-cuesta-moyano-lanzan-carmena-201512200323_noticia.html