La tentación sigue bien viva

A Madonna se la echa de menos en cualquier coso musical del planeta, no quizás por la música que desgrana, sino porque es un espectáculo que merece no dejar pasar por alto. Ya pasó en su última visita barcelonesa, con The MDNA Tour , fastuoso en sí mismo aunque con un sustento musical bastante efímero, y se ha acrecentado en su presente tour mundial, auspiciado teóricamente por su último álbum, Rebel heart, pero del que no han surgido singles ni mucho menos éxitos que puedan convertirse en hitos de su can­cionero.

Y el público de Barcelona pareció haberla echado especialmente de menos, en el primero de los dos conciertos de su única parada española, que ofreció en un Palau Sant Jordi que llenó las 16.000 localidades puestas a la venta. El espectacular y milimetrado show –que comenzó con un retraso de una hora y cuarto por las rigurosas medidas de seguridad en los accesos... y los aparentemente escasos medios dispuestos para tal menester– se notaba rodado, no en vano arrancó en Montreal hace un par de meses y ahora llegaba a Barcelona después de tres intensas noches turinesas, superado ya el shock que supusieron los ataques terroristas de aquel viernes aciago en París. Porque Madonna, conviene recordarlo, de alguna manera desafió el clima de posterror, miedo e incertidumbre que se abrió (y sigue flotando) tras aquellos sucesos y especialmente la matanza acontecida en la sala Bataclan. Anoche recordó que este combate es muy distinto, que es un combate que sólo se vence con amor, con el amor al prójimo y no con la lucha entre poderes. El amante de la libertad y la democracia, pero también de la cultura y la música popular, no puede olvidar las palabras que dijo unas horas después del horror en su inmediato concierto de Estocolmo: “Pero esa gente es lo que quiere, silenciarnos. Nunca cambiaremos el mundo si no cambiamos la forma en que nos tratamos los unos a los otros. Sólo el amor cambiará el mundo”.

El muy intergeneracional y nada transgresor público estaba excelentemente predispuesto –armado de santa paciencia, bien abrigado y batiendo palmas de “venga, que ya es hora” ante el retraso– al regreso de la eterna ambición rubia a la ciudad. Niños, adolescentes, predominio de los 30-40 años, pero también mucho fan maduro/a. Quien tampoco falló y fue puntual fue el dj Lunice, un pincha que se manejó con habilidad en la EDM, todo nervio, agilidad y revoloteo de manos, brazos, cabeza y piernas. El público iba llegando lentamente, llenando en primer lugar la pista del Palau, atravesada casi hasta su mitad por una extensión del escenario en forma de flecha acorazonada, es decir, genuinamente princeana. Eterna espera y de pronto comenzaron a sonar los significativos acordes del Wanna be startin’ somethin’ del dios Michael Jackson. Arrancó con ­Iconic, y al acabar, un “Barcelona, are you ready?” con el que empezó la ansiada velada. Luego dio unos cuantos guitarrazos en Burning up, se puso en plan monjil traviesa en Holy water o cantó True blue acompañándose al ukelele con imágenes de obras del pintor estadounidense Edward Hopper como fondo. ­Madonna en estado genuino.

Madonna también tocó la guitarra en su espectáculo | Getty

Madonna también tocó la guitarra en su espectáculo | Getty

Y quedó claro que con The Rebel Heart Tour, la décima gira de su intensísima carrera profesional, Madonna sigue sin mirar hacia el pasado, hacia ese patrimonio que la sustenta haga lo que haga, sino más bien hacia el presente, al ahora y aquí. En la aproximadamente veintena de canciones que conformaron el repertorio de anoche, la mirada hacia atrás no fue exageradamente extendida, aunque utilizó la fórmula del popurrí en más de una ocasión para repasar capítulos pretéritos (el que engarzó Like a virgin con Jus­tify my love y Heartbeat, por ­ejemplo).

Queda claro que es en el apartado más de show, de espectáculo, donde la propuesta de Madonna Louise Veronica Ciccone (1958) ofrece mayor atractivo. Producción casi hollywoodiense, dirigida por Jamie King , que moviliza a más de ochenta personas, con cinco escenarios distintos con sus respectivos ascensores, movilidad logística e iluminación independientes. Luces y efectos de eficacia probada, conociendo el elevado listón de los montajes de la llamativa intérprete, sirvieron para dar énfasis a uno de los indiscutibles protagonistas no sonoros de la noche, es decir, el vestuario. Amplísimo –y costoso, se intuye– repertorio de telas, diseños y abalorios de toda condición: trajes de torera de confección maña, complementos de Moschino, Prada para piezas de sabor rockabilly, faldas diseñadas por Gucci para la parte más latina del concierto...

Y su mirada al presente también se reflejó en la plasmación sonora de su última obra, ya que dio vida, cuerpo y voz a unas diez canciones de su reciente disco que da nombre a la gira, desde las iniciales Iconic y Bitch I’m Madonna hasta alguno de los temas que interpretó cuando comenzó a enfilar la parte postrera de la noche, como Rebel heart, y acabando por Unapilogetic bitch, el final habitual de su gira, que antecede a Holiday, el único bis que estaba previsto. El resto del repertorio ofrecido no se recreó en el lejano pasado, aunque no faltaron ineludibles bombazos como La isla bonitao Music.

La artista volvió a demostrar que es casi única en lo que hace, con esa combinación de pop bien masticado y grandilocuente (la dirección musical, efectiva, la firma Kevin Antunes) con un espectáculo de relumbrón. Un show picantón, levemente audaz, con un gusto temático intransferible –los toros, los años veinte, los samuráis, la sexualidad fatal, faltona a la religión– que ha sabido convertirse casi en un espectáculo para todos los públicos, gracias a una música que no hace daño a nadie, a una fantástica teatralización de las canciones y a que los años pasan y la tentación rubia ha acabado deviniendo parte de la crónica sentimental de muchos.

Fuente: http://www.lavanguardia.com/musica/20151125/30375515830/madonna-tentacion-viva-barcelona.html

Categoría: OCIO Miércoles 25 de Noviembre del 2015

'Ocho apellidos catalanes', mejor estreno del 2015

Con un dato provisional de 7,6 millones de euros de recaudación el primer fin de semana, 'Ocho apellidos catalanes' ya es en España el mejor estreno del 2015 y se mete en el Top Mundial de películas más taquilleras, según los datos ofrecidos por la consultora de recaudación Rentrak.

La comedia protagonizada por Dani Rovira, Clara Lago, Karra Elejalde, Rosa María Sardà y Belén Cuesta, entre otros, ha sido la novena película más vista este fin de semana en todo el mundo, pese a haberse estrenado sólo en España.

Dirigida por Emilio Martínez-Lázaro y escrita por Borja Cobeaga y Diego San José, la secuela de 'Ocho apellidos vascos' ya el viernes amasó 1,9 millones de euros, acudiendo 260.000 espectadores a las salas.

Pese a que el sábado se celebraba el Madrid-Barça, volvió a arrasar y consiguió otros 2,9 millones de euros. Y el domingo sumó otros tantos millones hasta llegar a 7,6 en tres días.

La comedia supera los datos obtenidos este año por '50 sombras de Grey' en su estreno en nuestro país, que logró 7,07 millones de euros en su primer fin de semana, y el de 'Jurassic World', que consiguió recaudar 6,4 millones de euros.

'Ocho apellidos catalanes' ha sido vista por 1.117.678 espectadores y, en cuanto a la media por copia, la comedia ha obtenido 8.609 euros, otra cifra récord.

Ya es el tercer mejor estreno español de todos los tiempos tras 'Lo imposible' y 'Torrente 4'. Si repitiera las cifras el próximo fin de semana (como parece que va a suceder) sería un fenómeno, en la línea de su precuela o 'Avatar'.

La cinta dirigida por Emilio Martínez-Lázaro ha acaparado el 71% de la recaudación total del fin de semana en nuestro país tras ser proyectada en 755 pantallas y 402 cines.

Fuente:http://www.elmundo.es/cultura/2015/11/23/5652cc34ca47415f458b4584.html

Categoría: OCIO Lunes 23 de Noviembre del 2015

Chris Hemsworth se queda sin músculos

El actor Chris Hemsworth

El actor Chris Hemsworth. / Cordon press / Instagram

Thor pierde sus músculos. Adiós al abdomen marcado, brazos musculosos, espalda ancha y piernas definidas de Chris Hemsworth. El actor se sometió a una drástica dieta en 2013 que dio como resultado un físico delgado. En una imagen publicada este lunes en su perfil de Instagram (873.000 seguidores), el artista se mostró con muchos kilos de menos y un aspecto irreconocible. Y es que el marido de la actriz española Elsa Pataky, tuvo que adelgazar radicalmente en 2013 para poder dar vida al marinero Owen Chase, el protagonista de la cinta En el corazón del mar. "Probé un nuevo programa de dieta y entrenamiento llamado Perdido en el mar. No lo recomiendo", bromeó el intérprete.

Con este cambio Hemsworth se suma a la lista de actores camaleónicos que han modificaron su físico al máximo para poder interpretar a un personaje. Lo acaba de hacer Matthew McConaughey que ha engordado y se ha quedado calvo para la cinta Gold, o Eddie Redmayne que se convirtió en mujer para La chica danesa, o el mismo Johnny Depp que ha perdido casi todo su cabello y se ha llenado de arrugas para la película Black Mass. Estrictamente criminal.

El largometraje En el corazón del mar, narra la historia de un ballenero que queda a la deriva, tras un enfrentamiento y la tripulación se ve obligada a pasar 90 días en alta mar, dentro de un bote salvavidas. La película de Ron Howard se comenzó a rodar en 2013 en Londres y se tenía previsto que se estrenara en marzo de este año, sin embargo, Warner Bros, anunció que había decidido retrasarlo hasta diciembre.

Fuente: http://elpais.com/elpais/2015/11/23/estilo/1448291044_453018.html

Categoría: OCIO Lunes 23 de Noviembre del 2015

“Los políticos separatistas deben explicar la verdad y no milongas”

Hay poco desvelamiento en una charla con Bertín Osborne (Jerez de la Frontera, 1954). Es exactamente como cabe esperar. Afortunadamente: practica con generosidad una llaneza, confortable y familiar porque la ha prodigado en cuanto ha hecho a lo largo de más de veinte años de televisión y cuarenta de música. A pocos días de cumplir 61 años, el hijo del octavo conde de Donadío de Casasola vuelve a triunfar en la televisión con el programa En tu casa o en la mía, a la vez que lanza su vigésimo quinto disco, Crooner, en el que, acompañado de una big band, se sumerge en la música de esmoquin de los Sinat a, Martin o Bennett. Porque puede.

Dice la discográfica que este disco es “un regalo”, pero da la sensación de que es, sobre todo, un regalo que usted se ha hecho.

Sin duda. Es un gustazo que me he pegado. Siempre he querido hacer un disco de big band. Estando en Miami edité un disco aquí en España que ni vine a promocionar, lo oyeron cuatro gatos, y una de las canciones era el Tú me acostumbraste, grabado con big band. Me gustó tanto que llevo toda mi vida queriendo grabar un disco entero y nunca pude.

Pero había grabado también hace años un medley de Sinatra.

Sí, yo canto ese tipo de música desde que tengo 15 años y la verdad es que me encanta, la época, la música, el ambiente que había alrededor de Sinatra y sus amigos, el cachondeo. Conocí a Sinatra, estuve un fin de semana entero con él en su casa, y era muy divertido todo aquello.

¿Se siente cómodo con los géneros? Rancheras, big band…

Durante toda mi vida se han empeñado en que cantara boleros, que los odio. Y cada vez que llegaba a una nueva compañía, el director artístico me decía: “Yo te veo a ti cantando boleros”. No me jodas, que a mí lo que me gusta es el country. Se me abrían la carnes de pensar en cantar boleros. De hecho, por eso cuando grabé el Tú me acostumbraste lo hice así. Di con una gente así un poco rara, y el de la discográfica me dijo el primer día: “Yo te veo a ti cantando boleros”. Dije, pues te voy a cantar un bolero pero como quiera.

Desencuadernar canciones llevándolas a otro género es educativo.

Y divertido. Hasta Manowar grabó Caruso.

Usted, también.

Calla, calla, si estuve a punto de cantarla con Manowar en un concierto. Me invitaron a cantarla con ellos, pero ese día no pude ir a Alemania. Uno de ellos, que es mexicano, era fan mío porque lo era su madre, y fue el que me invitó precisamente porque cantaban Caruso, que yo iba a grabarla.

Está teniendo mucho éxito con un programa de entrevistas, un género que había desaparecido y hoy se prodiga.

Bueno, hay tres que están funcionando muy bien, aunque no tienen nada que ver entre sí.

Pero comparten este tempo que había desaparecido a favor de las entrevistas rápidas muy guionizadas de los late night.

Tienes razón. Pero yo he procurado no hacer una entrevista. Lo mío es más bien una charla entre amigos. Cuando me lo propusieron me pareció una gran idea... bueno, me pareció una idea relativamente buena, tampoco para tirar cohetes, pero yo no quería hacer un programa de entrevistas porque lo estaban haciendo Risto Mejide y Pepa Bueno. Dije que tenía que ser como cuando voy con mis amigos a casa a ver el fútbol y nos ponemos morados de copas. Les dije que si era así, funcionaría. Me hicieron caso y funciona. Si a uno le apetece una copa, nos levantamos y vamos a servirnos una copa porque no hay plató, te levantas del sofá te vas a la cocina y te metes dos lingotazos. Eso es lo que quería hacer y creo que la gente está relajada. Además, me lo dicen. El otro día me llevé a Alaska y a Mario, y enseñé a Mario a montar a caballo. Fue antológico, un hito televisivo; cuando lo veáis, vais a flipar.

¿Y a usted cuál es la mejor entrevista que le han hecho?

Pedro Ruiz. Para mí, es el mejor entrevistador de la televisión, sin duda. Y también creaba un ambiente muy agradable.

Menos cuando no. Algunas entrevistas eran choques de trenes.

¿Sí?

Recuerdo la de Lucía Extebarria, que fue tremenda…

No me acuerdo de esa, pero sí te aseguro que la mejor que me hicieron a mí me la hizo él. Y me parece sorprendente que Pedro no esté en la televisión. Como Ramón García, Isabel Gemio... comunicadores bestiales. Parece que cuando pasamos de los 50 estamos ya caducados.

¿No se arrepiente un poco de haberse dispersado en muchas cosas y no haber cuidado más su carrera musical?

Me da igual. Hay un libro que habla de eso. Narra las experiencias de Alfredo Fraile, mánager durante 18 años de Julio Iglesias, y me dedica un capítulo, porque me llevó a mí un tiempo. Dice: “Decidió ser persona en vez de artista”. Explica lo que pude haber sido si me hubiera quedado a vivir en Los Ángeles como me ofrecieron todas las compañías. Para empezar hablo inglés igual que español, y lo tenía todo muy ganado. Pero tenía que renunciar a mi tapita, a jugar al pádel con mis amigos, a ver a mis niñas a diario... y decidí que no me compensaba. Me volví a España porque yo soy muy español. No me gusta vivir fuera. Es cierto que mi carrera musical no ha sido la que podía haber sido, pero no porque no me lo tomara en serio, soy un currante, sino porque no quería renunciar a algo que para mí era vital. ¿Que podía haber funcionado más y en otros países? Pues sí, pero entonces habría dejado de tomar mi Cruzcampo. Y mira, no.

¿Y cómo español está preocupado por la situación?

A qué te refieres.

Trabajo en La Vanguardia...

Ah, Catalunya. Pues mira, vaya por delante que adoro Catalunya y tengo mil amigos, no ya catalanes, sino independentistas. Y casi todos son gente del deporte, del Barça y de otros lados. Y son de la estelada, vaya. Son gente cojonuda y tienen unas aspiraciones que entiendo. El sentimiento no se puede manipular, es el que es. Ahora, lo que sí creo que está manipulada es la acción política.

¿En qué sentido?

Si tú eres un político que quiere separarse de España no puedes engañar a tu gente. Diles la verdad. No les cuentes un cuento chino que sabes que lo es. Diles lo que va a pasar y no cuentes milongas. Porque mucha gente les cree y van ciegos. Mis amigos dicen convencidos que si logran la independencia van a nadar en la abundancia y no se dan cuenta de que ya de entrada no van a estar en Europa. Si deciden que van a independizarse porque el sentimiento catalán es más fuerte, vale, eso lo respeto y lo acepto. Pero dí las consecuencias de verdad, no cuentes Alicia en el país de las maravillas porque no es verdad.

Si le pido que me diga con qué se queda entre todo lo que ha hecho me dirá que con todas...

...No, no, no tengo ningún problema. Mira, en televisión, el 90% de lo que he hecho ha funcionado. Me sorprende que a la gente le sorprenda que En tu casa o en la mía funcione, porque he hecho muchos programas de éxito. Pero ahora lo que más me pone, al margen de divertirme mucho con discos como éste, es que mi futuro y el de mi familia lo veo a través de la empresa de alimentación. Esto otro no va a durar toda la vida y además no quiero que dure. Tiro dos o tres años más y ya está.

Un regreso a la tradición familiar.

Es verdad. Bueno, en realidad he copiado a Paul Newman. Creó una compañía con su imagen para la fundación que montó después de la muerte de su hijo. Y yo lo hago para mi fundación. Como los discos, los royalties son para la fundación. No tengo sociedades piratas no mango ni pongo el cazo como Urdangarin. La tengo que financiar como pueda.

¿Hará la gira de esmoquin?

No te puedo contestar. Iba a ponérmelo, luego se decidió que no, luego hice una prueba..., en fin, un lío, no sé qué hacer. De todos modos me estoy haciendo uno modernito, a ver si me lo pongo.

Fuente:http://www.lavanguardia.com/gente/quien/20151121/30298677501/bertin-osborne-politicos-separatistas-verdad.html

Categoría: OCIO Sábado 21 de Noviembre del 2015

La Nochevieja del Palace sabe a Andalucía

Queso de Rondae Queso de Rondae

Las «travesuras» de Dani García en los fogones del Hotel Westin Palace han dado en la diana. Y darán las próximas doce uvas. El chef malagueño, con dos estrellas Michelin, ha diseñado el menú para la cena de Nochevieja. No era fácil. Quiere sorprender y ser creativo sin perder la brújula que la marca su tierra. Andalucía está presente en los siete platos. Por sabor, color, texturas y materias primas. Ronda, Río Frío, la Bahía de Cádiz y muchos lugares más del Sur harán las delicias de los 300 comensales de la cena que despedirá el año en este glamuroso y centenario establecimiento madrileño.

El propio chef reconoce que su apuesta por este festín en el Palace es un «recorrido gastronómico lleno de contrastes» que combina lo nuevo y el sabor tradicional» de la cocina andaluza. Por eso lo llama «contradicción». Nada de nuevo ni contradictorio es abrir boca con un jamón ibérico de bellota y un Tío Pepe. Al revés, es un gusto para el paladar con sabor genuino a los buenos productos.

Ya en la mesa _espléndidamente vestida de mantelería, vajilla, cubertería y cristalería_, se empieza con el caviar de Río Frío (Granada) sobre cangrejo macerado en mata al estragón. Muy agradable. Se acompaña con champán Laurent-Perrier Brut. Sigue el bogavante en gazpacho de tomate verde, manzana, aguacate y eneldo fresco. Riquísimo y con esencias atlánticas que llegan directas al olfato y al gusto. Aquí, el vino es un Marqués de Riscal Sauvignon Blanc 2015.

Vamos con la tercera, como en las sevillanas. La sorpresa para el paladar es mayúsculo. Para bien, claro. Ese queso de cabra de Ronda en milojas de manzana verde caramelizadas, foie gras y trampantojo de ciruelas de Pedro Ximenez pasa por todos los sentidos y toca el corazón. Un bocado espectacular que se sirve con un Marqués de Riscal Reserva 2011.

Muy agradable la vieira en Flor con crema templada malagueña de almendras marconas, coliflor y trufa. A continación, el lenguado con marinera de mariscos de la Bahía de Cádiz. «¡ Sí, me sabe a Cádiz!», exclamaba, feliz, una compañera de la crónica gastronómica.

Para rematar los platos fuertes, un rabo de todo envuelto en ravioli sobre patata cremosa son hierbas y flores de invierno. Hubo consenso: Dani García ha conseguido, con este guiso, que el auténtico sabor a rabo de toro impere, que sobresalga en su justa medida a pesar de los guiños y aderezos del plato. Un diez.

La Luna de Marbella. Ese es el nombre del postre que se servirá en la cena de Nochevieja y que es el guiño más sincero de Dani García a su ciudad y en la que tiene sus dos negocios en el Hotel Puente Romano. Y la luna de este chef, con forma de perla gigante, explota en el paladar su chocolate blanco, vainilla, mandarina y yuzu (mandarina china, que tampoco está de más).

Este menú cuesta, por persona 575 euros, incluido IVA. Los niños, menores de 10 años, 287,5. Incluye la cena de gala con las bebidas ya descritas, barra libre y cotillón. El Palace ofrece precios especiales para quienes quieran pernoctar en el hotel.

Fuente:http://www.abc.es/espana/madrid/gente-estilo/abci-nochevieja-palace-sabe-andalucia-201511050145_noticia.html

Categoría: OCIO Sábado 21 de Noviembre del 2015

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