Drew Barrymore: historia (salvaje) de una estrella precoz

Tuvo una infancia dominada por el alcohol, las drogas y los excesos y unos padres irresponsables de los que decidió emanciparse cuando solo tenía 14 años. Y, a pesar de todo, logró sobrevivir a su propia leyenda negra. Después de convertirse en madre y de conquistar la serenidad la actriz hace balance de su vida en una jugosa biografía.

"Cuando me convertí en madre por primera vez, la gente me decía: ¿Y qué le vas a contar sobre tu infancia? La pregunta siempre venía con una insinuación, como si tuviera que estar avergonzada". Así es como Drew Barrymore decidió que quería ser ella misma quien les contara a sus hijas, Olive y Frankie, su propia historia. Por eso, decidió escribir 'Wildflower', la autobiografía que acaba de llegar a las librerías americanas.

En realidad, estas no son sus primeras memorias. Las primeras, 'Little girl lost', las escribió cuando tenía 14 años. Solo era una adolescente, pero había vivido más que la mayoría de adultos. Con 11 meses, Drew Barrymore debutó en un anuncio de comida para perros. Era el negocio familiar: su madre, Jaid, siempre había soñado con convertirse en una estrella y su padre, John Barrymore, venía de una célebre saga de intérpretes. Con solo siete años, aquella niña rubia y pizpireta cogió el testigo y se convirtió en una estrella gracias a Spielberg y E.T. En los descansos de aquel rodaje, Barrymore solía sentarse junto al muñeco del entrañable extraterrestre y le contaba cómo era su vida. Le hablaba, sobre todo, de su madre.

La actriz frustrada

Jaid había renunciado a convertirse en actriz para llevar a su hija de casting en casting. Su padre, alcohólico y adicto a las drogas, nunca fue una presencia constante en su vida. Jaid, que arrastraba su propia infancia problemática, era frágil e inmadura y no sabía cómo ocuparse de su hija. La actriz se fumó su primer cigarrillo a los siete años. "Si puedo fumar, puedo beber", fue el razonamiento que desencadenó la espiral de la autodestrucción. Con 11 años, Barrymore era alcohólica, con 12 empezó a fumar marihuana con su madre y con 13 ya esnifaba cocaína.

Incapaz de solucionar lo que ella misma había provocado, Jaid decidió enviar a su hija a una clínica de rehabilitación. Estuvo ingresada durante un año y medio, pero en una de sus salidas del centro, Barrymore trató de suicidarse usando un cuchillo. "Era como un campo de entrenamiento militar. Al principio, lo odiaba. Hasta entonces, solo había conocido la libertad bailando sobre las mesas de Helena’s, Studio 54 o cualquier club de noche. Salía de fiesta y hacía lo que quería cuando quería. Y, de pronto, me dijeron: ‘Ya no eres libre. Y tienes el mejor seguro que se puede tener, así que vas a quedarte aquí hasta que hayas cambiado’. Al principio, me enfadé mucho, pero después de un año y medio, me fui de allí siendo la persona más humilde del mundo".

A su salida del centro, Barrymore se fue a vivir con el músico y amigo de la familia David Crosby, un exalcohólico y exdrogadicto que le ayudó a mantenerse sobria. Después, tomó una decisión radical: había llegado el momento de emanciparse de su madre. "Había perdido toda la credibilidad llevándome a Estudio 54 en vez de a la escuela", escribe la actriz. Y consiguió que un juez le diera la razón: "Por la presente, le declaro adulta", dijo la magistrada. Su madre, que apoyaba su decisión, y ella se abrazaron y, desde aquel momento, emprendieron vidas separadas. Aunque irse a vivir sola no fue sencillo. Tenía 15 años y desconocía las reglas del mundo adulto. 

La vida como mujer adulta

Lo primero, fue buscar un apartamento. "No sabía ni que tenía que sacar la basura. Menos mal que cerca de mi apartamento había una lavandería: me salvo la vida", escribe. "Como una niña que está copiando en un examen, empecé a espiar lo que el resto del mundo hacía". También se compró un diccionario, quería retomar su educación. "Decidí crear mi propia escuela, autoeducarme. Había decidido que saldría adelante y que crearía mi propio plan de estudios y a partir de aquel momento leí, limpié y trabajé", escribe en Wildflower. Aunque trató de volver al instituto, la estrategia no funcionó e incapaz de encontrar trabajos como actriz, empezó a servir cafés. "No era buena como camarera. En realidad no era buena en nada. Lo único que había hecho hasta entonces era actuar y acumular experiencias salvajes. Pero ninguna de las dos cosas te prepara para el mundo real. Mi apartamento era un desastre. Mi nevera era un proyecto de ciencia: solo había restos de cartones llenos de moho. Ni siquiera sabía que había que tirarlos". Su retorno a Hollywood no fue ni inmediato ni sencillo. Mientras aceptaba papeles en películas mediocres, se dedicó a posar desnuda. Cuando protagonizó la portada de Playboy con 19 años, su padrino, Steven Spielberg, le mandó una manta con una breve nota: "Tápate". 

La recuperación

Pero, poco a poco, la actriz volvió a la senda del éxito: rodó 17 películas en seis años y trabajó para Woody Allen -'Todos dicen I love you'- y conquistó la taquilla con títulos como 'Scream'. De pronto, era una musa de la comedia romántica capaz de protagonizar cintas de acción -'Los Ángeles de Charlie'- y de dirigir su propia productora. Quizá porque supo sobrevivir a su traumática infancia, Wildflower, que algunos críticos han tachado de biografía edulcorada por ser una sucesión de anécdotas más bien livianas y reflexiones pseudofilosóficas, no es un ajuste de cuentas.

Ni con su pasado ni con su familia. A su padre le recuerda como un 'tipo carismático y extraño' que se bañaba en 'aceite de oliva y limón'. "Era como una ensalada humana", bromea. Sin embargo, no menciona los malos tratos a los que sometió a su madre. Desde que se emancipó a los 14 años, Barrymore apenas ha vuelto a ver a su madre, aunque todavía se encarga de mantenerla económicamente.

"Tengo que saber que está bien, de lo contrario no puedo funcionar. Me siento agradecida a esa mujer por traerme al mundo y me mataría saber que está pasando alguna necesidad. No forma parte de mí sentir odio por la vida tan poco ortodoxa que vivimos juntas. Solo quiero darle las gracias porque me encanta mi vida y creo que hace falta cada paso para llegar adonde estás. Y si eres feliz, entonces bienvenidos sean los momentos duros que te llevaron hasta aquí". Ahora, Barrymore, de 40 años, por fin puede decir que es feliz, incluso a pesar de su reciente separación de su tercer marido.

Después de haberse casado a los 19 años con un camarero del que se separó dos meses después y de volver a pasar por el altar con el cómico Tom Green para solicitar el divorcio antes de cumplir su primer aniversario, la actriz contrajo matrimonio con el marchante de arte Will Kopelman.

Se conocieron en 2011 y se casaron un año después. "Lo que más me gusta de él es que elige ser una buena persona", dice Barrymore en el libro. "Me encanta observarle como padre. Sé que mucha gente dice que tienes que poner a la pareja por delante, pero a mí me encanta que todo gire alrededor de las niñas. Quizá sea porque estoy intentando compensar que yo no tuve una infancia o unos padres responsables", añade.

La maternidad

Su primera hija, Olive, nació hace tres años; Frankie tiene ahora 18 meses y Barrymore ha confesado que, después de su nacimiento, sufrió una aguda depresión postparto que duró seis meses. La maternidad lo cambió todo para ella. Aunque se autodefine como una 'adicta al trabajo', ahora su carrera en Hollywood está en un segundo plano.

"No puedes hacerlo todo. No es físicamente posible. Siempre he sido muy trabajadora y siempre lo seré, pero ahora mismo mi trabajo está después de mis hijas". Eso no quiere decir que le haya dado la espalda a Hollywood. Al contrario. Acaba de estrenar una película ('Miss you already') y sigue dirigiendo su productora: Flower Films. Simplemente, ser una estrella ha dejado de ser una prioridad. Y tienes sus razones. 'Me he convertido en una persona mejor gracias a Will y a las niñas. Mi vida es abundante: es perfecta y, a la vez, totalmente imperfecta. Por eso creo que tengo mucha suerte'. 

Fuente:http://www.mujerhoy.com/corazon/paparazzi/drew-barrymore-historia-salvaje-920502112015.html

Categoría: OCIO Lunes 7 de Diciembre del 2015

El enigma matemático que ocultaba el concurso de Un, dos, tres….

La recta final del conocido concurso español planteaba a los participantes un acertijo clásico de las matemáticas, conocido como el problema de Monty Hall

Supón que estás en un concurso, y se te ofrece escoger entre tres puertas: detrás de una de ellas hay un coche, y detrás de las otras, cabras –o una calabaza, como ocurría en el concurso 'Un, dos, tres...'–. Escoges una puerta, digamos la nº1, y el presentador, que sabe lo que hay detrás de las puertas, abre otra, digamos la nº3, que contiene una cabra. Entonces te pregunta: “¿No prefieres escoger la nº2?”.

¿Es mejor para ti cambiar tu elección?

No necesitas ningún conocimiento matemático especial, piensas, sólo una ligera idea de las leyes de la probabilidad. Si quedan dos puertas por abrir, y en una de ellas está el coche, hay un 50% de posibilidades de escoger la opción correcta, así que no importa que puerta elijas.

Esto es lo que nos dicta la lógica. Pero estamos equivocados. Tenemos el doble de posibilidades de hacernos con el coche si decidimos cambiar nuestra primera opción. Pero tranquilo, si no lo sabías no te sientas solo. Docenas de doctores estadounidenses firmaron con su nombre la solución incorrecta, cuando el dilema se planteó por vez primera en la revista 'Parade,' en 1990.

Desde entonces, el acertijo es conocido en todo el mundo como 'El problema de Monty Hall', en honor al presentador del concurso estadounidense 'Let´s Make a Deal' en el que está basado el problema –aunque en realidad en la prueba original los concursantes no tenían opción de cambiar su elección–.

El dilema será también conocido por los telespectadores españoles, porque una versión parecida del mismo protagonizó el último tramo del popular programa 'Un, dos, tres… responda otra vez'. Se trataba de la subasta de regalo. En ella los concursantes tenían que elegir también entre varias puertas, tras las que se encontraba el premio gordo –un coche, un apartamento en Torrevieja, un viaje a Estambul...– y, también, una calabaza (la mascota del programa). Una vez escogida la puerta, Mayra Gómez Kemp, Kiko Ledgard o el presentador de turno, usaba dinámicas similares a las de Monty Hall para marear a los concursantes.

El enigma matemático que ocultaba el concurso de Un, dos, tres…

Una paradoja que nos cuesta aceptar

El problema de Monty Hall es perturbador porque aunque logremos entender la respuesta correcta, ésta sigue pareciendo errónea. Cuesta mucho aceptar que la opción obvia no es para nada acertada. Pero la explicación matemática de su solución no es compleja.

Como explicó la matemática Marilyn Vos Savant, la columnista de 'Parade' que planteó el problema original, lo primero que hay que hacer para entender el problema es plantearse la información que tienes acerca de las puertas, pues de esto depende que elijas la solución correcta.

Instintivamente pensamos que una vez que quedan sólo dos puertas, ambas tienen la misma probabilidad (un 50%) de contener el coche. Pero no es cierto

Al comenzar la prueba el concursante tiene una posibilidad entre tres de escoger la puerta correcta en la que se encuentra el coche. Cuando el presentador abre una de las otras puertas, en las que se encuentra una de las cabras, no está cambiando la probabilidad de tu primera opción (que sigue siendo 1/3), pero al hacerlo está aportando más información sobre las puertas.

Al ofrecerte la opción de cambiar de puerta, el presentador te da la oportunidad de que mejoren tus probabilidades de acertar. Al comenzar tenías una posibilidad entre tres de acertar, pero si cambias de puerta el escenario es completamente distinto: tu posibilidad pasa a ser de dos entre tres, pues ya sabes que el coche no está en una de las tres puertas. Al elegir la otra puerta tus posibilidades de acertar pasan de 1/3 a 2/3. Es decir, se doblan.

Al comenzar la prueba, hay 1/3 posibilidades de que el coche esté en la puerta escogida y 2/3 de que esté en las otras dos puertas.Al comenzar la prueba, hay 1/3 posibilidades de que el coche esté en la puerta escogida y 2/3 de que esté en las otras dos puertas.

 

Cuando el presentador abre la puerta, las probabilidades de que el coche esté en la que habías elegido no cambian, pero las posibilidades de que esté en la puerta que ha abierto pasan a cero, y las de que se encuentre en la puerta que no habías escogido se elevan a 2/3.Cuando el presentador abre la puerta, las probabilidades de que el coche esté en la que habías elegido no cambian, pero las posibilidades de que esté en la puerta que ha abierto pasan a cero, y las de que se encuentre en la puerta que no habías escogido se elevan a 2/3.

Instintivamente pensamos que una vez que quedan sólo dos puertas, ambas tienen la misma probabilidad (un 50%) de contener el coche. Pero no es cierto, ya que el presentador abre la puerta después de la elección del jugador, y nunca va abrir la del coche, pues sabe donde está. Si el presentador escogiese al azar y abriese una de las dos puertas con cabras (siendo una de estas posiblemente la del concursante), y luego diese de nuevo una posibilidad de elegir entre las demás, entonces las dos puertas restantes sí tendrían la misma probabilidad de contener el coche. Pero la elección del jugador afecta a la puerta que abre el presentador. No es un suceso aleatorio ni inconexo. Es una pista.

En resumen, si mantienes tu elección original ganas si habías escogido el coche (con probabilidad de 1/3), mientras que si cambias, ganas si hubieras escogido una de las dos cabras (con probabilidad de 2/3). Por lo tanto, el concursante debe cambiar su elección si quiere maximizar la posibilidad de ganar el coche.  

Fuente:http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2015-12-04/problema-monty-hall-matematicas-un-dos-tres_1112997/

 

Categoría: OCIO Sábado 5 de Diciembre del 2015

'Ocho apellidos catalanes', ya es la película más taquillera del año

'Ocho apellidos vascos' consiguió 56 millones de euros en total y atrajo la atención de 9,5 millones de espectadores

Se trata de la sexta mejor semana de apertura de la historia en la taquilla española

"Ocho apellidos vascos" ya entró entre los mejores quince estrenos de la historia del cine español y estrenó en 350 pantallas, recaudando 56 millones de euros en total y atrajo la atención de 9,5 millones de espectadores aunque su primera semana recaudó solo 2,8 millones de euros. Ahora con la segunda película "Ocho apellidos catalanes", dirigidas ambas por Emilio Martínez-Lázaro, se ha convertido en el estreno de este año que más taquilla ha recaudado con una cifra de 11.081.639 euros y con 1.809.490 espectadores hasta hoy.

El miércoles registró la mejor recaudación de una película en el continente europeo y Cataluña ha obtenido el 26 % de la recaudación total, consiguiendo una media por cine un 30 % superior a la media nacional, según ha informado Universal.

Ya se ha estrenado en 755 pantallas de 402 cines de todo el país y los 11 millones recaudados han supuesto el 72 % de la taquilla y los 1,8 millones de espectadores que la han visto, el 73 % del público que ha ido al cine desde que se estrenó el pasado viernes.

"Ocho apellidos catalanes" está producida por LaZona y Weather Films AIE para Telecinco Cinema, con la colaboración de Mediaset España, y distribuida por Universal Pictures International Spain.

Fuente: http://www.elmundo.es/cultura/2015/11/27/5658a88346163f59628b45b3.html

Categoría: OCIO Domingo 29 de Noviembre del 2015

35 planes que merecen una escapada a Madrid en el Puente de Diciembre

Según comparadores de viajes como Trivago, el año pasado Madrid fue el destino más buscado para disfrutar del puente de diciembre. Hace apenas unas semanas, con motivo del puente de Todos los Santos (el que lo tuvo), la capital volvió a ser la ciudad preferida a la que hacer una escapada. Si entre los días 4 y 8 de diciembre vas a estar en Madrid, toma nota de estos 35 planes baratos y para todos los gustos que hemos recopilado. ¡Feliz estancia!

Lo tuyo es puro teatro...

Si hay algo que nos gusta en Madrid, es un buen espectáculo sobre el escenario. Para los que buscan un intensidad y drama, la versión teatral de la gran novela de Dostoievski 'Los hermanos Karamazov' puede ser una gran opción (en el Teatro Valle-Inclán); mientras que a los que disfrutan con la comedia y no descartan reirse de sí mismos con ella les gustará 'Losers', una obra protagonizada por María Pujalte y Vicente Romero; así como 'Burundanga', que lleva imparable 5 temporadas de éxito en el Teatro Lara.

Un Shakespeare siempre es un Shakespeare, y si lo dirige Eduardo Vasco y lo versiona Yolanda Pallín, mejor que mejor. 'El mercader de Venecia' se exhibe en las Naves del Español (Paseo de la Chopera, 14) hasta el 13 de diciembre (de martes a sábado, a las 20 horas y los domingos a las 19 horas); y si seguimos con los clásicos, los amantes de las obras corales tienen una cita con 'El alcalde de Zalamea', de la Compañía Nacional del Teatro Clásico, que estará en cartel hasta el 20 de diciembre en el Teatro de la Comedia, con un magnífico Carmelo Gómez en el papel protagonista. El montaje perfecto para compartir con amigos y rememorar viejos tiempos es 'Siempre me resistí a que terminara el verano', en el Teatro Marquina; y para disfrutar del teatro en familia, son opciones estupendas para niños 'Kermés, un pequeño Gran Show', en el Nuevo Teatro Alcalá,  'La isla Pirata', en el Teatro La Puerta estrecha, y 'La isla de las luciérnagas', en la Sala La Escalera de Jacob Lavapiés.

¿Al cine... o a un concierto?

Cómo no, el cine se convierte en una tabla de salvación para los que llegan sin planes cerrados. Tres películas que se estrenan el 4 de diciembre coparán la cartelera éste Puente de Diciembre de 2015. 'En el corazón del mar' (estreno 4 de diciembre) nos cuenta la (verdadera) historia detrás de la mítica novela 'Moby Dick'. Chris Hemsworth (Thor) es el protagonista, convertido ya en el próximo héroe de Hollywood. Los que prefieren la acción y la intriga no pueden perderse 'El puente de los Espías', una película basada en hechos reales en la que Tom Hanks se mete en la piel de un abogado que trata de intercambiar prisioneros de guerra -espías- en plena Guerra Fría. Y para aquellos a los que les guste la ciencia ficción con tintes románticos, 'Langosta', con Colin Farrel y Rachel Weisz protagonizando una historia de amor no convencional ambientada en un mundo distópico.Eso sí, la agenda musical en Madrid se reduce bastante en el Puente de Diciembre. Aún así, no está de más que escuches alguno de los 4 discos de 'funk' de The Sweet Vandals, porque querrás dejarte seducir por la voz de Mayka Edjo al frente de este grupo madrileño con nombre de banda sueca el 4 de diciembre en la Sala Arena (9,50 €). Y si cambiamos de tercio... ¿Quién no ha cantado alguna vez 'La donna è mobile'? Pues sí, pertenece a Rigoletto, la monumental ópera de Giuseppe Verdi que puedes disfrutar en el Teatro Real los días 5, 6 y 8 de diciembre en el Teatro Real (precios desde 65 € a 214 €).

¡Y que la música no pare!

Para aquellos que amen la música tanto como el teatro, la mejor oferta cultural que ofrece Madrid es su amplia cartelera de musicales. Entre los grandes teatros de la Gran Vía y otras salas de la capital se ha creado un 'Broadway castizo' en el que tanto locales como visitantes podrán disfrutar de espectáculos para todos los públicos como 'El Rey León' (entradas desde 24€), que después de varias temporadas en el Teatro Lope de Vega sigue haciendo las delicias de pequeños y mayores con una sorprendente puesta en escena  que consigue transportar al espectador a la sabana africana tanto a través de su música como de los diferentes escenarios. También en la Gran Vía nos topamos con la versión de 'Cabaret' que se ofrece el Teatro Rialto (entradas desde 24.95€), una obra maestra ambientada en el Berlín de 1931 que muestra cómo dejarse guiar por el corazón para sobrevivir en un mundo que se desmorona. De máxima actualidad, vamos...​Aquellos que quieran una experiencia diferente no pueden perderse 'La cena de los malditos' (4 y 7 de diciembre con precios entre 36 y 70€), un 'dinner-show' que no es una cena ni tampoco un espectáculo, es ambas cosas y ninguna, es una experiencia sensitiva y emocional en la que los espectadores disfrutan de un menú diseñado por el chef Carlos Aceves mientras grotescos personajes suben y bajan del escenario o atraviesan la platea en enrevesados números que mezclan el vodevil, el cabaret, el musical, las acrobacias y el teatro. Y también imprescindible es 'Rock'n Versalles', una divertida obra musical en el Teatro Cofidis (desde 18€) donde se relata cómo una orquesta de cámara se libera de las ataduras de las composiciones tradicionales y se instituye en un conjunto de rock justo antes del estallido de la Revolución Francesa. ¿El resultado? El espectador escuchará los temas más famosos de Nirvana, U2, Metallica, AC/DC, Rolling Stones o Scorpions versionados con el sonido de los instrumentos clásicos.

El buen comer

​Para comerse la ciudad a bocados, os ofrecemos un recorrido 'gastro' 24h por Madrid a través de locales perfectos para cada hora del día. Para disfrutar de unos deliciosos desayunos caseros hacemos la primera parada en 'The little Big Café' (Calle Fernández de los Ríos 61); para después acercarnos hasta 'Panela&Co' (López de Hoyos, 10) a probar sus deliciosos Brunch, donde te recomendamos los Eggs Benedict con Salmón ahumado y patatas asadas con romero o The Breakfast Bagel. 'La Fiebre' (Calle Príncipe, 16) es un local con una decoración muy atractiva donde tienes zonas de mesas y sofás y una terraza en la entrada que donde pasar una tarde de relax cóctel en mano.

Para la hora de la cena, pásate por '80 grados' (Calle Manuela Malasaña, 10), un restaurante que se inspira en cocina a baja temperatura para mantener las propiedades y el sabor original de los alimentos, y que reinventa platos clásicos en propuestas de lo más originales. Y para tomarte una copa, el restaurante chill-out 'Ojalá' (Calle San Andrés, 1) esconde un secreto perfecto para una noche con los amigos: la playa que han montado en su planta baja.

Mercadillos y pop-ups

Se acerca la Navidad, y los mercadillos y 'pop-ups' efímeras se convierten en la mejor opción para las amantes de las compras. En Madrid, hay imprescindibles como Slow Revolution (Nuñez de Balboa, 24), la manera en la que Federica & Co regresa a Madrid por unas semanas con su primer Christmas Store con un espacio inspirado en la naturaleza en el que están presentes más de 30 marcas de decoración, moda, diseño, joyería, hogar y gastronomía. Además, The Hovse (general Arrando, 40) nos ofrece, por tercer año consecutivo, una pop up store organizada por la agencia Better en la que puedes hacerte con las últimas tendencias en deco, gadgets, moda y gastro. Un divertido plan para disfrutar en familia o con amigos en esta gran casa de tres plantas en la que se podrá degustar también hamburguesas de MEAT, zumos de Fit Food, platos eco en Olivia te cuida o cócteles de la mano de Seagrams.


En Velázquez, 12 te encontrarás con El Chic, uno de los mercadillos navideños más escogidos de la capital, donde encontrarás prendas de piel, elementos decorativos o exclusivas piezas de joyería; mientras que las Rozas Village siempre es una visita obligada para los amantes de la moda que vayan a pasar unos días en la capital, ya que es perfecta para hacerse con las prendas y complementos de grandes firmas a los mejores precios.

Planes 'beauty'

Nada mejor que una escapada 'beauty' relajante para volver con las pilas bien cargadas a casa. Y en eso, la oferta en Madrid es más que amplia. Nuestra ruta comienza junto al Parque de El Retiro, en Samaya Moments, un lugar donde podrás cuidar tu cuerpo y relajar tu mente tanto en su spa como disfrutando de alguno de sus masajes o sus tratamientos faciales. Después, nos iremos de compras por la céntrica Calle Fuencarral, donde Urban Decay ha sido la última firma de belleza en instalarse (en el número 43) y sumarse así a otros locales 'beauty' como NYX, Mac, Rituals, Khiels, L'Oreal París, The Body Shop o Sephora.

Y antes de disfrutar de la noche madrileña, nada mejor que ir a ponernos guapas. Lorena Morlote all about hair (C/Velázquez, 69), Maison Eduardo Sánchez (Claudio Coello, 57) o Salón Cheska (Velázquez, 61) son las peluquerías y centros de belleza preferidos por las famosas, ¡y tú este puente eres nuestra estrella invitada! Además, no olvides dar un repaso a tu manicura en locales de moda como Mi Calle de Nueva York (C/Barquillo, 39), My Little Momó (C/Villanueva, 21), Escape Madrid (C/Lagasca 30), Nail's Secret (García de Paredes, 38) o Coco's Corner (C/Recoletos, 14).​​

Y para los amantes del deporte...

Tenemos recomendaciones para los amantes del deporte, para los que les gusta practicarlo y, también, para esos otros que prefieren disfrutarlo de manera pasiva, desde una grada. Los amantes del fútbol lo tienen fácil, porque ese fin de semana se disputa uno de los derbis madrileños. La cita que enfrenta al Real Madrid y al Getafe es en el Santiago Bernabéu el domingo a las 16h. Además, puedes aprovechar para hacer el tour por el estadio. Si prefieres el baloncesto, el Estudiantes juega en casa contra el CAI Zaragoza en un partido en la parte baja de la tabla en el que, ambos, necesitar coger oxígeno. Eso sí: el espectáculo de ver a la afición local, La Demencia, animando a su equipo, es digno de disfrutar una vez en la vida.​Si eres de las que lo primero que meten en su maleta, son las zapatillas para correr, estás de suerte: los 'runners' que visiten la capital en el puente podrán participar en la XXVII Carrera Popular de la Constitución que se celebra en Barajas. 4 kilómetros para los más atrevidos, 1,8 para los novatos e, incluso, hay un dos recorridos especiales para niños.  Y por último, una de las actividades típicas de estas fechas, el patinaje sobre hielo. Madrid ofrece varias alternativas para pasar una jornada en familia con este plan que admite por igual a niños y adultos. Sin duda, la pista que mayor éxito tiene es la del Palacio de Hielo.

Fuente; http://www.mujerhoy.com/hoy/ocio-hoy/planes-madrid-puente-diciembre-2015-919881112015.html

Categoría: OCIO Viernes 27 de Noviembre del 2015

En los fogones Coque y Zaranda, los nuevos dos estrellas Michelin

Los hermanos Sandoval, de Coque y Fernando Pérez Arellano, de Zaranda

Los hermanos Sandoval, de Coque y Fernando Pérez Arellano, de Zaranda

Han sido los dos grandes triunfadores en la edición de este año de la Guía Michelin. Los restaurantes Coque, situado en Humanes (Madrid), y Zaranda, en Es Capdellá (Mallorca), son los únicos que han alcanzado la segunda estrella, lo que les sitúa entre la élite de la cocina española. No olvidemos que en esta guía sólo hay ocho establecimientos en España con tres estrellas y veinte con dos.

Coque, del asador a la gloria. La historia de Coque es la historia de una familia, los Sandoval, que ha luchado contra viento y marea hasta colocar el antiguo horno de asar cochinillos heredado de sus padres en un lugar privilegiado. Alrededor de Mario Sandoval, el más pequeño, el cocinero, han cerrado filas sus hermanos para convertir el restaurante en una referencia en la zona suroeste de Madrid, en el centro de un pueblo alejado y complicado como es Humanes. Pasaron años duros, de trabajar mucho con escasa recompensa, pero al final las cosas bien hechas dan sus frutos. Una casa a la que no es fácil llegar pero donde se come y se bebe muy bien, donde la atención es exquisita y de donde el cliente sale muy satisfecho.

Mario Sandoval empezó muy joven, casi un niño prodigio. Los reconocimientos también le llegaron demasiado pronto, empezando por la estrella Michelin. Por eso tuvo una época de indefinición en la que, mal asesorado, cometió algunos errores. Aquellos fracasos le vinieron muy bien.

Desde entonces se dedicó de pleno a su cocina, a crear una línea propia, muy basada en el producto local, especialmente en el de las huertas de Humanes, que desde siempre han tenido fama por la calidad de sus verduras, y en la potenciación del que ha sido santo y seña de esta casa desde su fundación: el horno de leña. En torno a estos elementos ha ido evolucionando, sin prisa, hasta conseguir una cocina de mucha categoría. Al éxito contribuyen sus hermanos, Rafael, a cargo de una espléndida bodega, y Diego, dirigiendo la sala.

Una comida en Coque empieza siempre con un aperitivo en la impresionante bodega que atesora Rafael, con más de 1.500 referencias entre las que se incluyen verticales de grandes vinos franceses. De allí a la cocina, donde Mario recibe a los clientes y les ofrece otros aperitivos. Y de la cocina, al comedor, un espacio moderno, elegante y acogedor, con predominio de tonos dorados. No hay carta, sólo dos menús degustación con precios de 100 y 140 euros respectivamente. Si los quieren con vinos, serán 150 y 200 euros por comensal. Encontrarán en esos menús platos como el tomate asado con moluscos y níscalos en caldo de jamón; el cuscús de coliflor con especias africanas y caldo de bacalao; el escabeche de lubina y perdiz; la pepitoria thai de gallo; los ravioli melosos de liebre y tendones de ternera o el cochinillo lacado con su piel crujiente, uno de los mejores de España, que enlaza con la tradición del asador familiar.

Zaranda, volver a empezar. Por su parte, Zaranda es el restaurante de otro cocinero madrileño, Fernando Pérez Arellano. De muy joven se fue de friegaplatos a Londres y allí empezó su trayectoria, que le llevó a formarse en grandes establecimientos europeos como el londinense Le Gavroche, el italiano Don Alfonso, el francés Pic o, ya en España, Can Fabes. En 2005 abrió su primer restaurante en Madrid, Zaranda, donde en sólo dos años logró su primera estrella Michelin. Se trasladó entonces a un local más grande, en la calle Eduardo Dato (justo el que ahora ocupa Lúa, que el jueves recibió también una estrella).

Sin embargo, las cosas no le fueron demasiado bien con el público madrileño, que no entendió sus propuestas, por lo que en 2010 echó el cierre y se trasladó a Mallorca. Allí estuvo primero en el hotel Hilton Sa Torre y hace dos años cambió a su actual emplazamiento, en el lujoso hotel Son Claret, muy cerca de Puerto Portals. Como tantos otros restaurantes mallorquines, Zaranda cierra durante el invierno. De hecho ya no podrán comer allí hasta el 2 de febrero próximo.

La cocina de Pérez Arellano está al margen de cualquier moda. Muy técnica, con un gran dominio de las materias primas de la isla. Platos un tanto barrocos, pero elegantes, con sabores reconocibles.

Hasta su cierre hace unos días, ofrecía tres menús con precios entre 115 y 140 euros (entre 180 y 210 euros con vinos). En ellos, platos como las espardeñas y mejillones en escabeche ligero, el huevo con caviar de sepia, la gamba de Andratx con emparedado de acelga, o la secuencia de conejo (el costillar con brevas, el lomo adobado y el jarrete al ajillo).

Fuente:http://www.abc.es/estilo/gastronomia/abci-fogones-coque-y-zaranda-nuevos-estrellas-michelin-201511262135_noticia.html

Categoría: OCIO Viernes 27 de Noviembre del 2015

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