Así es el paraíso de las Islas Salvajes que divide a España y Portugal
Fotografía de la Isla Salvaje Pequeña (Portugal) cedida por los autores de un documental sobre el deshabitado archipiélago de las Islas Salvajes - EFE/Juan José Ramos
Islas Salvajes es un pequeño archipiélago atlántico deshabitado, integrado por tres islas principales (Salvaje Grande, Salvaje Pequeña y el Islote de Fora o Salvajita) y seis reducidos islotes. La superficie total no llega ni a los tres kilómetros cuadrados. Se halla a 290 kilómetros de Madeira, a 175 de Canarias y a 575 de Marruecos. Sus aguas están consideradas como una de las mejores zonas del planeta para la observación de varias especies de cetáceos y aves marinas.
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Desde un punto de vista geológico, las islas pertenecen a la región Macaronésica (del griego, «afortunadas»), de origen volcánico. De norte a sur son Azores, Madeira, Islas Salvajes, Canarias y Cabo Verde. Desde el punto de vista histórico hay quien compara las Salvajes con Gibraltar. En este caso no hubo grandes conquistas militares ni tratados de paz. Cuando los castellanos llegaron a Canarias, a partir de 1402, las Islas Salvajes se creyeron parte del archipiélago. Esa expedición no informó internacionalmente del descubrimiento, algo que sí hicieron los navegantes lusos en 1438. Durante siglos ambos países intentaron poblarlo, pero sin éxito debido a lo inhóspito del lugar. En 1938 una comisión de derecho marítimo internacional otorgó la soberanía de las Salvajes a Portugal. El conflicto sobre su soberanía y su habitabilidad puede ser una de las disputas fronterizas más largas... y también desconocidas.
Las islas no disponen de ninguna instalación destinada al turismo, aunque no faltan los grupos de aficionados a la observación de aves y a la náutica que hacen un alto allí. A veces se pide una autorización, al ser una Reserva Natural, aunque otros navegantes aseguran que los «aburridos» guardas de las islas suelen enseñar este paraíso natural encantados. También hay alguna empresa canaria que ofrece dos excursiones a lo largo del año. Las promocionan como «Viajes ecoturísticos en velero para descubrir la biodiversidad de las islas Salvajes».
Un documental, «Islas Salvajes, las olvidadas del Atlántico», de los canarios Juan José Ramos y Germán Pinelo, mostró recientemente la riqueza natural de este santuario elegido por miles de aves marinas como lugar de cría en medio del océano.
«Son un auténtico laboratorio de la evolución que hubiera fascinado a Darwin, un paraíso para la vida salvaje y un refugio para algunas de las más singulares especies de fauna y flora de la Macaronesia», le dijo el ornitólogo Juan José Ramos a la periodista de ABC Ana Santamaría.
A medio camino entre Canarias y Madeira, las Salvajes son un pequeño archipiélago portugués deshabitado que alberga alguna de la principales colonias de cría de aves marinas de las islas atlánticas, un lugar realmente desconocido para el público y una joya para los amantes de la naturaleza, afirma el naturalista.
Sus fondos marinos sorprendieron al propio Jacques Cousteau, quien dijo de ellas que tenían «las aguas más limpias y transparentes que jamás hubiese visto».
En sus tres islas habitan miles de pardelas cenicientas, petreles del Bulwer, paíños pechialbos, paíños de Madeira y charranes de varias especies. El archipiélago está formado por tres pequeñas islas e islotes que «aparecen en el horizonte como espejismos, torres de piedra que ya han provocado algún naufragio», y del que cuentan los marinos que eran el lugar elegido por los piratas para esconder sus tesoros.
Fotografía de una pardela cenicienta sobrevolando la Isla Salvaje Pequeña (Portugal)- EFE/Juan José Ramos
Leyendas aparte, lo cierto es que las Salvajes fueron declaradas en 1971 reserva natural por parte del Gobierno de Portugal por sus especies de plantas endémicas, fauna invertebrada y sus casi perfectas condiciones para que aniden las aves marinas.
Para estas últimas «son realmente un paraíso», explica Juan José Ramos, que precisa que las aves que crían en Salvajes lo hacen en cuevas y madrigueras bajo tierra. En la mayor de estas islas se congregan unas 25.000 parejas de pardelas cenicienta y en la Salvaje Pequeña —apenas un kilómetro cuadrado de superficie— crían más de 30.000 paíños pechialbos, la mayor colonia del planeta de esta especie.
Dos personajes «clave» para el conocimiento de las Salvajes han sido el fallecido geólogo tinerfeño Telesforo Bravo, de quien el documental mostraba fotografías inéditas en aquellas islas cedidas por la Fundación Telesforo Bravo-Juan Coello, y el ornitólogo portugués Alexander Zino, quien compró los derechos de captura de pardelas precisamente, para evitar su caza y crear una reserva.
Para Manuel Biscoito, biólogo marino del Museo de Historia Natural de Funchal, las Islas Salvajes «son las Galápagos del Atlántico norte occidental».
Categoría: OCIO Lunes 19 de Septiembre del 2016
Las diez mejores cabañas en árboles de España
Ecolodge (Parque Nacional de Cabañeros, Castilla-La Mancha)
Ecolodge de Cabañeros-
Las hemos visto mil veces en películas, pero ¿sabías que en España también tenemos cabañas en lo alto de los árboles? Ahora que se acaba el verano y la vuelta a la rutina se hace más cuesta arriba que nunca, no está de más fantasear con una escapadita rural mientras finges estar concentrado en la oficina delante del ordenador. Aunque somos conscientes de la conocida cuesta de septiembre después del gasto de las vacaciones, uno no puede evitar empezar a planear una escapada de fin de semana asequible y que nos ayude a despejar la mente hasta Navidad. Si quieres evitar preocuparte por los números ahora que acabas de volver, una buena alternativa para cubrir un gasto de este tipo es pedir un microcrédito.
El otoño es quizás la mejor época para disfrutar del turismo rural y la naturaleza: no hace un sol de justicia (como estas últimas semanas) pero aún no hace frío, ha pasado la temporada alta y los precios son más bajos, y hay mucha menos gente en todas partes, con la tranquilidad añadida que eso supone. Ideal tanto para amantes de la aventura, grupos de amigos, familias con niños o para una escapadita romántica con tu pareja, aquí te dejamos la guía definitiva con las mejores y más originales cabañas en los árboles. ¡Escápate!
Ecolodge (Parque Nacional de Cabañeros, Castilla-La Mancha)
Ubicado en Pueblonuevo de Bullaque (Ciudad Real), el Ecolodge se encuentra en pleno Parque Nacional de Cabañeros y está inmerso en 20.000 metros de bosque húmedo mediterráneo junto al embalse de Torre de Abraham. Se trata de pequeñas cabañas de madera (con capacidad de 2 a 6 personas) al más puro estilo bungalow, varias de ellas suspendidas sobre el suelo y todas ellas con espectaculares vistas del Parque Nacional. Imprescindible hacer una buena ruta para conocer el paraje natural---hacen de éste un enclave único.
Categoría: OCIO Lunes 19 de Septiembre del 2016
De tapeo por los hoteles de Madrid
Detalle de la tapa concurso de bacalao presentada por el restaurante Tablafina en el NH Nacional
Tapear es un «deporte» muy practicado por los españoles. Forma parte de nuestro ADN, pero va más allá de ir de bar en bar. De hecho, existe una nueva forma de tomar el aperitivo en la capital, pues la gastronomía de autor también es cosa de los hoteles. Buena prueba de ello es la celebración de la primera edición de Hotel Tapa Tour, una ruta concurso de tapas que arrancó ayer en Madrid y que reivindica los alojamientos como espacios gastronómicos.
Hasta el próximo 25 de septiembre, 24 hoteles de cuatro y cinco estrellas de la capital utilizan la tapa como embajadora para representar la cocina de cada hotel en miniatura. «El reto es romper el muro psicológico, y en ocasiones arquitectónico, que separa a hotel y ciudadano y abrir la restauración hotelera a la calle, reivindicando el alojamiento como punto de encuentro gastronómico para visitantes y locales», aseguran los organizadores de esta edición.
Cada hotel ofrece al público dos tapas diferentes, una tapa a concurso y otra solidaria, ambas con un precio que oscila entre los cuatro y los ocho euros, con la bebida incluida; vino o cava en el caso de las tapas a concurso y un cóctel en las solidarias.
Esta primera edición cuenta con ocho rutas distribuidas entre los diferentes hoteles de las cadenas más importantes de nuestro país, como NH Hotel Group (NH Collection Palacio de Tepa, NH Collection Abascal, NH Collection Eurobuilding y NH Nacional), Meliá (ME Madrid y Meliá Princesa) o Novotel (Novotel Campo de las Naciones y Novotel Madrid Center), entre otras.
Fuente: http://www.larazon.es/viajes/de-tapeo-por-los-hoteles-de-madrid-LE13534483#.Ttt1ZETMh5hrlY9
Categoría: OCIO Lunes 19 de Septiembre del 2016
La Rioja: la tierra del vino se viste de vendimia
España es tierra de vinos; de buenos vinos. Y cuando hablamos de ellos, resulta inevitable que la imaginación se eche a volar hasta los paisajes de La Rioja. No en vano es la región con nombre de vino y el caldo se llama como la misma tierra, pues los dos son uno. Porque el vino en La Rioja no sólo se bebe, sino que aquí se vive. Y más aún durante estos días de septiembre, cuando arranca la esperada vendimia. Ahora La Rioja huele a uva, a campo y a río Ebro; huele al humo de los sarmientos en la lumbre y al pan recién horneado para aguantar las largas jornadas. La vendimia está a punto de arrancar y, con ella, los días más festivos y emocionantes de esta tierra.
El pistoletazo de salida de la vendimia se dará mañana en la capital riojana con el comienzo de la celebración de la gran fiesta de San Mateo, que se conmemora cada 21 de septiembre con un extraño mestizaje entre la época medieval y la cosecha del vino. Desde mañana y hasta el 24 de septiembre, los riojanos ofrecen los frutos de la cosecha y el primer mosto a su patrona, la Virgen de Valvanera, y celebran el inicio de la vendimia pidiendo a la Virgen que el resultado de ésta sea excelente.
Senda de los elefantes
El viajero que tenga la oportunidad de recorrer Logroño durante estos días tiene varias obligaciones: bailar y cantar al son de las charangas hasta bien entrada la noche y degustar la mejor cocina local tanto en la calle como en sus restaurantes. Pero hay una tarea aún más obligatoria: tapear por la conocida como «senda de los elefantes», es decir, por la emblemática calle Laurel en la que se aglutinan más de 60 bares en los que merece la pena hacer una parada y tomar un vino y un pincho. La creatividad en la elaboración de cada una de estas pequeñas joyas gastronómicas, la calidad de los productos utilizados, y su buena relación calidad-precio, hacen que la calle Laurel sea un referente culinario en el norte de España. Eso sí, las posibilidades de salir de allí «trompa» y a cuatro patas, como los elefantes, se multiplican en función de las paradas realizadas, pero lo cierto es que la diversión y el espectáculo están más que asegurados.
Aunque comer y beber es una imposición, la fiesta de la vendimia logroñesa da mucho más de sí. No hay que pasar por alto los fuegos artificiales, el desfile de las carrozas que llegan de todos los puntos de la comunidad autónoma o el simbólico pisado de la uva que realizan dos mozos vestidos con los trajes típicos después de que un sinfín de parejas de niños igualmente ataviados y procedentes de todas las comarcas hayan volcado sus repletos cestos de uva en la tina.
La visita a Logroño ofrece otros regalos culturales y debe incluir, además, un relajado paseo a orillas del río Ebro, cruzando sus numerosos puentes. La oferta religiosa tampoco es desdeñable, gracias a las iglesias de San Bartolomé (gótica del XIII), de Santiago, de Palacio, con claustro, aguja gótica e interesante retablo romanista de Arnao de Bruselas, sin olvidar la monumental concatedral de Santa María de la Redonda, con sus torres gemelas barrocas y una curiosa fachada a la plaza del Mercado.
Bodegas centenarias
Más allá de la capital, toda La Rioja se viste de fiesta estos días. Buen ejemplo de ello es la localidad de Haro, que celebra la segunda edición de La Cata del Barrio de la Estación. Los amantes del vino y de la viticultura tienen una cita pendiente aquí; no en vano Haro está considerada la capital espiritual del vino Rioja, pues alberga la mayor concentración de bodegas centenarias del mundo. Y son precisamente siete de esas bodegas las que mañana abren sus puertas de par en par para recibir al viajero y mostrarle todos sus secretos.
La Cata del Barrio de la Estación invita a los viajeros a «colarse» en las bodegas participantes, así como a degustar dos vinos en cada una de ellas, acompañados de una tapa. «El precio de la entrada al evento es de 50 euros e incluye la participación en varias actividades, como una ‘‘master class’’ inédita de Pedro Ballesteros, único ‘‘Master of Wine’’ español que recibirá el galardón al Maquinista del año entregado por la Asociación para el Desarrollo Turístico del Barrio de la Estación de Haro (ADT)», explica Íñigo Torres, gerente de ADT.
Desde las once de la mañana y hasta las seis y media de la tarde, el famoso Barrio de la Estación de Haro estará cerrado al tráfico para que los más de 4.000 asistentes que ya están confirmados puedan deambular a sus anchas de bodega en bodega. «Este gran evento festivo está abierto a todos los públicos y es la mejor herramienta para fidelizar a los consumidores, ya que al conocer los vinos de primera mano quedan muy grabados en su memoria», confiesa Torres.
Los cinco sentidos salen bien parados de La Rioja y la vista no se queda atrás, pues el vino forma parte del paisaje con interminables hileras de cepas que visten a rayas las llanuras riojanas. Ahora los tonos verdes, tostados y rojizos de los viñedos luchan por atrapar nuestra mirada mientras paseamos junto a los viñedos a pie, en bici o incluso a caballo y en globo. Hay opciones para todos.
Pero para sentir lo que significa ser riojano, nada mejor que mancharnos las manos de tierra y zumo de uva. Durante estos días es posible ponerse en la piel de un viticultor, ya que son muchas las bodegas que invitan al viajero a participar en la vendimia tradicional. Es el caso, por ejemplo de Bodegas Marqués de Terán, en el municipio de Ollauri, o de Bodegas Franco-Españolas, que organiza la «vendimia en familia» para sorprender a adultos y niños con las labores del campo.
Así, con la vendimia bien impregnada en todos los poros de nuestra piel, resulta más sencillo apreciar la peculiaridad de esta tierra con nombre de vino y el valor de este vino con nombre de tradición. En la maleta de vuelta a casa, además de la memoria llena de experiencias muy especiales, no debe faltar una buena botella con la que brindar por volver pronto por aquí.
Categoría: OCIO Lunes 19 de Septiembre del 2016
Escapada de otoño: descubre la Serbia más verde, cálida y desconocida
Las vacaciones cada vez parecen más lejanas y sus efectos han ido languideciendo a golpe de trabajo y de rutina. Este es el momento ideal para hacer una escapada de fin de semana o aprovechar alguno de los puentes que se vislumbran en el horizonte laboral para planificar una pequeña escapada que te recargue las pilas. Los billetes de avión han bajado de precio y los hoteles te tientan con ofertas mucho más asequibles que en pleno verano. Seguramente encontrarás muchas opciones: capitales europeas de eficacia probada o islas que arañan los últimos coletazos del verano para ofrecérselos a los viajeros rezagados. Pero si realmente buscas un destino original, poco conocido pero en el que podrás hacer todo lo que imagines, no lo dudes: el norte de Serbia es la opción para los 'connaisseurs' de pro.
En concreto, al Parque Natural de Palić, muy cerca de Hungría. De hecho, buena parte de la población está compuesta por húngaros. Antes de que empieces a llenar la maleta de ropa térmica, debes saber que este oasis verde tiene cálidas temperaturas que lo han convertido en una pequeña joya del turismo. Se encuentra muy próximo a la ciudad de Subotica (a 10 kilómetros), una preciosa urbe salpicada de edificios 'art Nouveau'. Merece la pena visitarla.
El estilo 'art nouveau', santo y seña de este paraje
El centro del parque natural lo ocupa el lago, de unos cinco kilómetros de largo y de escasa profundidad. En 1840, con el descubrimiento de las propiedades de sus aguas y el barro, proliferaron los balnearios. Algo que puso este rincón en el mapa. Se construyeron alrededor del lago elegantes edificios que se integran a la perfección en el paisaje natural. Uno de los primeros en edificarse, y de los más bellos, es la Torre del Agua, el Vodotoranj, que imita a un pavo real gracias a su arquitectura folklórica. Esta edificación preside la entrada al parque y a su lado encontramos la Gran Terraza.
En este parque natural de 19 hectáreas es posible dar con arces, fresnos, olmos, encinas, acacias, tilos, castaños silvestres, álamos, pinos salgareños o cipreses de los pantanos. La zona cuenta con un zoológico y cuidados jardines botánicos barrocos que se inspiran en los ingleses. Dependiendo de la época en la que se visite, se puede disfrutar de la gama de dorados y ocres del otoño o del estallido de colores primaverales presidido por todo tipo de flores. El lago cuenta con innumerables islas, en las que anidan pájaros de todos los pelajes. La banda sonora de la estancia suelen ser los sonidos de garzas y gaviotas. Quienes busquen practicar 'birding' encontrarán varios programas para la observación de aves e, incluso, fotos de safaris.
Sin embargo, no solo de bellos edificios y de flora y fauna vivirá el turista que se acerque a estos lares. Lo más interesante de este lugar es, sin duda, el sinfín de ofertas que harán bastante difícil que el visitante se aburra. Sobre todo para aquellos que quieran aprovechar las minivacaciones para tonificar sus músculos. El parque ofrece carriles asfaltados para practicar del ciclismo y el 'running', así como minigolf y bolera. Y estando en un lago, no podía faltar la pesca deportiva. También se pueden disfrutar de excursiones a caballo o de partidos de vóley-playa. Porque esta es la otra sorpresa, sí, aquí hay playa... y muchos deportes acuáticos.
Tres son las que ofrece este enclave: Ženski štrand (la playa de mujeres), Muški štrand (la de hombres) o Peščana plaža (la de arena). Dependiendo de la climatología, serán ideales para una zambullida o para un inspirador paseo. Y en cualquiera de los casos, el visitante podrá practicar desde paseos en lancha o en catamarán, hasta practicar 'windsurf'. Los más aventureros podrán atreverse a sobrevolar el lago a lomos de un parapente.
Y sí aún quieres más...
Pongamos que dispones de unos cuantos días de asueto y quieres ver aún más. Estás en el lugar adecuado, pues esta zona esta plagada de lagos y preciosos parajes por descubrir. Al norte de Bačka, por ejemplo, te toparás con el arenal de Subotica, lleno de dunas, con bosques, estepas y pantanos que serpentean siguiendo el curso del río Kireš.
La naturaleza de Serbia en el Parque Nacional de Fruška Gora
También puedes acercarte a la reserva natural Selevenjske Pustare, con sus orgullosas praderas salvajes, que nunca fueron urbanizadas y en las que se pueden encontrar especies protegidas de orquídeas.
Por último, también vale la pena que te adentres en la reserva natural Lago Ludaš, rodeado de estepas, en el que se pueden encontrar desde curiosas especies de libélulas y mariposas, hasta yacimientos arqueológicos pasando por iglesias y pueblecitos de gran encanto.
Fuente: http://www.vanitatis.elconfidencial.com/estilo/2016-09-16/que-ver-y-que-hacer-en-serbia_1260147/
Categoría: OCIO Lunes 19 de Septiembre del 2016