Diversión para todas las edades en Parque de Atracciones de Madrid
¡Ven a conocer a Marshall y Chase de la Patrulla Canina al Parque de Atracciones de Madrid y disfruta de la zona Nickelodeon Land! Toda la familia podrá montar en sus atracciones, ver sus espectáculos, animaciones y entrar en la Piña más famosa de Fondo de Bikini, y sobre todo lo más importante, saludar y abrazar a Bob Esponja, Patricio, Dora la Exploradora, las Tortugas Ninja, y muchos personajes más.
Los amantes de aventuras reales y terroríficas no podéis dejar de visitar The Walking Dead Experience, y los más osados no podéis perderos las atracciones de la Zona de Maquinismo con Abismo, Tarántula, Tornado y Lanzadera como protagonistas.
Para toda la familia destacan las dos últimas incorporaciones del Parque, Star Flyer, sillas voladoras que te llevan a 80 metros de altura y TNT, una montaña rusa tematizada que te trasladará a una vieja mina.
Si lo que prefieres son viajes relajantes, en la Zona de la Tranquilidad tenemos el mítico Tío Vivo, construido a mano en 1929, y la posibilidad realizar un paseo en barca por la Jungla. En la Zona de la Naturaleza las más demandadas son las atracciones de agua como Los Fiordos y Los Rápidos, sin duda las estrellas del verano.
¡Atracciones para todos los gustos!
www.parquedeatracciones.es
Categoría: OCIO Martes 9 de Agosto del 2016
Cuatro hoteles que son casas donde te encantaría quedarte a vivir
Estos hoteles o B&B se hacen llamar casas y con razón porque nos encantaría quedarnos a vivir en ellos, con ese amor profundo por los detalles, ese aire doméstico, esos rincones y sus paisajes. Aquí también se puede decir eso de hogar dulce hogar. Desde Cantabria a Barcelona pasando por Almería hasta llegar a Cádiz, nos alojamos entre paredes con mucho que decir, de historia, diseño, artesanía... No podíamos pedir más.
Casona de Quintana, lujo del siglo XVIII
Estamos en la cornisa cantábrica y se nota. Nos hemos adentrado en tierras cántabras y hemos llegado hasta una casa que es casona de las típicas típicas, de las que hacen las delicias del viajero que busca debajo (y detrás) de la piedras el encanto. Casona de Quintana ha sido restaurada por dos anticuarios de profesión hasta convertirla en el hotel que es. Un alojamiento con sábanas de algodón egipcio, carta de almohadas, velas por doquier y productos de la cosmética natural de L’Occitane, que todo cuenta, y en un terreno de 6.000 metros ajardinados con manzanos, cerezos, castaños…
Esta casona y el norte te protegerán del calor
Te gustará: desayunar en La Terraza, tomar el aire y el sol en una de sus tumbonas junto a sus piedras centenarias, leer un libro a la sombra de un nogal y observar las estrellas a la luz de las velas. ¿Romántico yo?
Dónde está: Sitio del Castillo, 11. Quintana de Soba (Cantabria). En el valle de Soba, junto al Parque Natural de Los Collados del Asón, un entorno idílico.
Precio: desde 100 euros.
El plan es tumbarte aquí, junto a estos muros centenarios
Casa La Siesta, una finca en el mágico Vejer
Así es por fuera Casa La Siesta
No podía ser más rural y al tiempo más seductora con ese encanto tan del sur. Ya nos gustaba el nombre antes de llegar y la sensación de caer en un refugio en medio del Cádiz que se vuelve una fiesta en pleno verano, tan cerca de Tarifa, de Bolonia, Barbate y los Caños de Meca. Casa La Siesta tiene nueve habitaciones ni más ni menos, cada una de ellas diseñada a su manera con antigüedades traídas de variopintos rincones europeos, y todas con vistas.
Te gustará: la piscina de 17 metros, los caballos y la gastronomía que viene de su huerta o del mar, a tan solo 12 kilómetros, regada con los vinos del vecino Jerez.
Dónde está: Los Parralejos s/n. Vejer de la Frontera (Cádiz). En pleno campo y a solo cinco minutos de este bello pueblo.
Precio: desde 242 euros.
El bello y verde entorno de Casa La Siesta
Casa La Bonita, a las puertas de Cabo de Gata
En la puerta de entrada al maravilloso Cabo de Gata, antes de que Las Negras y la Isleta del Moro hagan de las suyas encandilándonos, se encuentra esta casa que no necesita abuela porque se llama La Bonita y hace honor a los pueblos blancos del azul mediterráneo. Es un B&B al que hay que añadir otra B, la de 'boutique', más la de su nombre propio. De puertas adentro hay mucha artesanía local y mucho diseño: por ejemplo, lámparas Petlamps, maceteros de West Elm o una mesa de roble del estudio Buenos Días. Tiene una suite y tres habitaciones dobles y una cocina para uso común de los huéspedes.
La Bonita está muy integrada en el paisaje almeriense
Te gustará: la azotea solárium con zona 'chill out', el salón con biblioteca y las dos terrazas que rodean la casa y la comunican con la piscina.
Dónde está: en Agua Amarga, dentro del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, en Almería.
Precio: desde 110 euros.
Blanca por fuera y por dentro, así es La Bonita
Casa Mathilda, en Barcelona tenía que ser
Esta casa, que en realidad es un hotel 'bed & breakfast' sobrado de encanto, lleva el sello de la interiorista Bárbara Aurell, de Espacio en Blanco, que la ha llenado del espíritu posmodernista de los pisos del Ensanche barcelonés. Casa Mathilda ocupa el piso principal de una finca de principios del siglo XX, de la que por cierto se conservan muchos elementos originales. Hablamos de los suelos en madera de roble, los picaportes de latón, las altísimas puertas con vidrieras y las molduras de los techos que ahora son marcos de espejos y estanterías, que casan bien con las baldosas hidráulicas de nueva hornada y el mobiliario 'vintage'. Todo es muy relajado -los tonos pastel ayudan- y sin estridencias. Cuenta con 14 habitaciones, algunas con acceso a la terraza, y otras cuatro con zona 'chill out' para familias; cocina de uso común (los huéspedes pueden preparar sus propias cenas) y patio interior.
Una habitación de Casa Mathilda
Te gustará: su apuesta por la racionalidad y la sobriedad de la decoración, y los desayunos que prepara su propietaria (Assumpta Baldó).
Dónde está: C/ Roger de Llúria, 125-127. Barcelona. Entre la Pedrera y la Sagrada Familia.
Precio: desde 93 euros.
La terraza de Casa Mathilda
Categoría: OCIO Domingo 31 de Julio del 2016
Viaja a Nueva Orleans: Misisipi, barrio francés y mucha música
Es decir Nueva Orleans y entran ganas de cantar y, más aún, de coger un barco a vapor y surcar el Misisipi, mientras Tom Sawyer y las aventuras de Huckleberry Finn vuelven a escribirse otra vez, con permiso de Mark Twain. Aunque nos suene tristemente a desastres y huracán (en la memoria está el Katrina), Nueva Orleans, en el estado sureño de Luisiana (por el rey Sol, Luis XIV), es un saxo y un 'Oh when the saints go marchine in', y una ciudad negra y francesa a la vez. Nueva Orleans es desgarro, es 'jazz' y 'blues'. Hay muchos cantos de sirena. Los oímos a conciencia y nos dejamos llevar.
Chic desde el principio
El que la fundó (Jean Baptiste Le Moyne de Bienville) en 1718 la llamó, atención, Nouvelle-Orleáns, en honor al duque del mismo nombre, pero pasó a manos españolas y después estadounidenses, y hoy es una mezcla de culturas que la hace todo lo poderosa que es, mucho. De hecho, el Vieux Carré, el conocido como barrio francés o simplemente el barrio, con su imprescindible Mercado Francés, ofrece una pintoresca amalgama arquitectónica (parece París pero también Madrid) en la que predominan las casas en tonalidades pastel, ajardinadas y con singulares balcones, salpicando las angostas calles. Por algo se dice de ella que es la menos americana de las ciudades de EEUU. Y tiene esa decadencia que la hace tan encantadora.
Las barcazas surcando el Misisipi, sin Tom Sawyer (NewOrleansonline.com)
Louis Armstrong y la música
Ya no es que suene 'jazz' en los legendarios clubs o que te lo hagan correr por las venas los músicos callejeros mientras tratas de tomarle las medidas al río, es que el aeropuerto internacional de la ciudad lleva el nombre del gran Louis Armstrong, que vino al mundo con el siglo XX justamente aquí. Sus calles le vieron vagabundear, oficiar de chatarrero y sobre todo amar la corneta y la trompeta, rompiendo a menudo el viento con su música. Aquí hay mucho Louis. Louis el estado, Louis su músico más popular y Louis (Saint) la emblemática catedral, la segunda más antigua de los Estados Unidos.
La catedral de Nueva Orleans se llama como Armstrong, St. Louis (Foto: NewOrleansonline.com)
No tendrás que buscar la música, la música irá a ti. Déjate caer por House of Blues o por los barrios de Leonidas o Bywater, que son lo más. Para vivir el New Orleans Jazz and Heritage Festival, conocido como el Jazz Fest, hay que esperar a la primavera (próxima edición, del 28 de abril al 7 de mayo). En el 'jazz' está lo antillano, lo afroamericano, lo norteamericano y lo francés. Y aún quedan el 'rhythm and blues' y el 'delta blues'.
Un barco surcando el Misisipi
Cuando se viene a Orleans, hay que cumplir con el ritual y aventurarse por el río, a ser posible en la réplica del Natchez, un vapor de los tiempos en que Twain sacaba a esta escena a Tom Sawyer y que hace dos rutas al día. El paseo turístico incluye cena con música de 'jazz'. No tocará Armstrong, como solía, pero sí alguien que sonará como él (o casi). Estamos en el principal puerto de este río tan literario.
El Natchez en pleno trayecto (Foto: Ace New Orleans)
Vida nocturna y callejera
Un 'hot dog' o una hamburguesa en Bourbon Street, corazón de Nueva Orleans, donde se hacinan tiendas de antigüedades y curiosidades, para continuar con el 'hasta que el cuerpo aguante', por ejemplo, en el Maison Bourbon, porque no solo hay fiesta cuando el Mardi Gras (su carnaval), es de obligado cumplimiento. Como lo es callejear por las riberas cuando el sol se pone, y participar de la estimulante vida artística desparramada por Jackson Square, que no solo es 'jazz', y donde puedes coger un carruaje para recorrer el French Quarter y todo el Misisipi, para que todo sea aún más de película, o adentrarte en alguno de los garitos legendarios, como puede ser el Old Absinthe House, o el romántico, histórico y muy fotografiado Cafe du Monde. Para las compras hay que ir a la calle Magazine y para los sitios de moda, a Warehouse District.
Así de pintoresco es el French Quarter de Nueva Orleans (Foto: NewOrleansonline.com)
Ciudad de leyendas
Las casas históricas como la Lalaurie, la Longue Vue House and Gardens, la Mansión Elms o la Beauregard Keyes alimentan la imaginación con leyendas y fantasmas, además del Museo Histórico del Vudú o el de la Farmacia, donde se custodian muchos secretos y rituales de las prácticas de esta religión africana, y por supuesto los cementerios. Viene a cuento decir que es la cuna de Anne Rice, la autora de 'Entrevista con el vampiro'. Y también, fuera ya de lo gótico, de Tennessee Williams, el padre de 'Un tranvía llamado deseo' (inolvidable el Marlon Brando de la versión cinematográfica) o 'De repente, el último verano'.
Los balcones de hierro con flores son típicos de NOLA
¿Qué comemos?
Lo del Nueva Orleans genuino es la comida criolla, como la jambalaya, plato cajún que es arroz con pollo, jamón crudo, langostinos y mucha pimienta; las ostras del golfo (de México); el 'étouffée', guiso típico también con arroz y marisco; el gumbo, caldo de arroz, carne y el fruto del quingombó, el arroz con frijoles rojos o el bocadillo típico, el Po’boy, relleno de ostras o gambas, lechuga, repollo, tomate y mayonesa. Pruébalo en el Cochon, en Warehouse District, donde todo es muy 'cool'. Louis Armstrong, sin ir más lejos, se despedía en sus cartas con un 'red beans and ricely yours'. Para rematar la faena, nada como los 'beignets', dulces fritos espolvoreados de azúcar glas, que te servirán en el Cafe du Monde. Te recordarán a los donuts o ¿a los churros tal vez?
En Nueva Orleans hay paisajes como este. Se lo debemos al río (Foto: The Ritz Carlton Hotel)
Para dormir
The Ritz Carlton. El hotel es un histórico edificio de principios del siglo XX que brinda todo el encanto del French Quarter, muy cerca de Bourbon Street. Ofrece música en vivo, spa y mucho lujo. Desde 233 euros.
Omni Royal Orleans. También en el French Quarter, muy elegante y lujoso, con balcones de hierro icónicos y espacios que beben del ambiente artístico de la zona. Desde 133 euros.
Ace New Orleans. Un edificio 'art decó' nada menos que en el Warehouse District con mucho glamour y muy retro. Tiene local de conciertos y una ostería que nos llama a gritos, Josephine Estelle. Desde 180 euros.
El hotel Ace es otra cosa, moderno y hasta retro
Dauphine Orleans. Es un hotel boutique en el barrio francés con mucho encanto que resulta bucólico y muy NOLAN. Desde 113 euros.
Hilton New Orleans Riverside. En el Riverwalk, a solo unos pasos del French Quarter, todo el lujo de un Hilton: restaurantes, bares, suites, piscinas…
Categoría: OCIO Domingo 31 de Julio del 2016
Grandes ideas para disfrutar el verano en #Salamanca
Casa de las Conchas, en Salamanca
La cultura y la calle retoman sus estrechas relaciones para ser protagonistas del verano en Salamanca. Una nueva edición del programa turístico-cultural Plazas y Patios inunda los rincones de la capital de una nutrida oferta de música, teatro, coloquios, recorridos teatralizados o visitas guiadas pensadas para el disfrute de un público heterogéneo que, desde que se pusiera en marcha este proyecto, hace ya cinco años, viene respaldando la calidad de las propuestas que se presentan.
Durante los meses de julio y agosto y hasta primeros de septiembre, algunos de los rincones más bellos y significativos de la capital charra se transforman en escenarios únicos en los que la singularidad del entorno enmarca propuestas culturales pensadas para el disfrute particular y familiar. La celebración del VIII Centenario de la fundación de la Orden de Predicadores (Dominicos) está marcando la programación de este año, para el que se han proyectado una veintena de propuestas en las que también habrá un guiño a Cervantes y su Quijote
Mucho teatro
Representaciones teatrales entre los edificios históricos de Salamanca
En esa reivindicación de la importancia de la orden de los Dominicos, el atrio del Convento de San Esteban se ha transformado en un singular escenario para diferentes propuestas escénicas como la que se pone en escena todos los viernes del mes de julio, «La última lección de Vitoria». Por su parte, el exterior del templo está siendo el punto de partida de la ruta teatralizada Dominicos, un viaje redondo, en la que los asistentes participan en un singular recorrido por algunos de los rincones más emblemáticos y con mayor trascendencia histórica para la orden religiosa y la Historia de la ciudad. Además, desde el 5 de agosto y hasta el 2 de setiembre, los Dominicos acogen la puesta en escena de «Deza y Colón ante el Consejo de Salamanca», por parte de la compañía Komo Teatro.
La Cueva de Salamanca vuelve a ser protagonista del apartado escénico los viernes y sábados del 1 de julio al 27 de agosto con «De la Cueva al Entremés», un homenaje a Cervantes a cargo de Intrussion Teatro.
En esta edición se incorporan al proyecto como novedad al programa «Monumenta Salmanticae», el Centro de Interpretación del Patrimonio Arquitectónico y Urbano de la ciudad, y el Cerro de San Vicente, desde donde los salmantinos y visitantes tendrán la oportunidad de disfrutar de vistas privilegiadas de la capital del Tormes y sus alrededores, además de conocer los orígenes de la ciudad con una visita guiada.
Distintas editoriales y asociaciones culturales presentarán en esta edición de Plazas y Patios sus proyectos y novedades literarias, a la vez que se desarrollan distintos cursos. Espectáculos de poesía, pintura, luz y música, dedicados al Descubrimiento de América son otras de las alternativas de este nutrido programa cultural veraniego.
«Etnohelmántica»
La incomprable plaza Mayor de Salamanca
No puede faltar la música, con el jazz como gran protagonista, de la mano de artistas como Sylvia Howard, Enric Peidro Swingtet o Domisol Sisters. Dentro de este programa de propuestas, tiene un especial significado y contenido «Etnohelmántica», un proyecto con solera en la capital salmantina que se ha ganado el respeto de los amantes de la música y la cultura en general gracias a sus cuidadas propuestas con grupos como Hexacorde, acompañados en esta ocasión por Vanesa Muela, el 23 de julio, y el de la Banda de Folk Céltico Contemporáneo de Salamanca, Brân, el 13 de agosto. Junto a ellos, la música clásica tiene su espacio en lugares tan mágicos como el claustro de los reyes del Convento de San Esteban o la Plaza Mayor.
Con el fin de acercar el patrimonio y la oferta cultural a todos los colectivos, se ha apostado por facilitar la accesibilidad a las distintas propuestas programadas. Así, habrá pases especiales en Monumenta Salmanticae y el recorrido teatralizado, en los que especialistas del Centro de Formación de Lengua de Signos interpretan el contenido de las representaciones. Personas con diversidad funcional podrán ser espectadores con mayores facilidades y comodidades.
Patrimonio y gastronomía
Visita nocturna a las torres de la Catedral- D. ARRANZ
Salamanca ha sabido mantener el pulso a su denominación como Capital Europea de la Cultura (que celebró en 2002) con una oferta de ocio que se extiende durante todo el año tanto en los edificios públicos, como en cafés, teatros y salas de exposiciones, siendo un referente internacional para los amantes de la música, las letras y las diferentes artes escénicas. Su amplia programación cultural se ve complementada con su no menos importante carta museística, con centros únicos como el Art Nouvea y Art Decó de la Casa Lis, en el que se expone una de las colecciones más importantes del mundo de Criselefantinas, así como de muñecas de porcelana, pinturas, muebles y joyas de la época. Mirando al Tormes y cerca de este centro se encuentra el Museo de Automoción, con verdaderas joyas clásicas, que permiten al visitante poder descubrir la historia de este sector en una muestra pensada para el disfrute familiar. El Museo Taurino para los amantes de este arte, sin olvidar el Centro de Arte Contemporáneo Domus Artium 2002 (DA2).
No se puede hablar de Salamanca y de su cultura sin citar a sus universidades, focos centenarios del saber, donde se forman anualmente miles de jóvenes de todos los continentes que llevan el nombre, el espíritu y las enseñanzas que aquí reciben por todos los rincones del mundo, ni tampoco sin admirar su patrimonio de excepción. Las dos catedrales, la Clerecía, la fachada plateresca de la Universidad, el barroco de la Plaza Mayor, el convento de San Esteban o el milenario Puente Romano.
Pero en Salamanca la cultura transciende lo académico, universitario y lo patrimonial y alcanza los ambientes y espacios ciudadanos más diversos. Cultura que se ve reforzada por una importante y cada vez más laureada oferta gastronómica con espacios de cuidada calidad culinaria que se mezclan con el siempre imperante ambiente de tapas y pinchos de una ciudad que no pierde nunca el ritmo de una cultura que rezuma en cada una de sus calles y plazas.
Categoría: OCIO Jueves 28 de Julio del 2016
Conociendo la Ciudad del Vino de #Burdeos
Apenas unos meses de vida -se inauguró el 1 de junio de 2016- y ya es un icono arquitectónico de la ciudad.
Este edificio, de onduladas formas, se ha convertido en un gran argumento turístico de Burdeos. Estamos en el mayor museo dedicado a la cultura del vino en el mundo. Otro indiscutible atractivo para la capital de Aquitania, una de las urbes europeas que más se ha trasformado en los últimos veinte años.
Reconozco que tenía muchas en ganas de conocer “La Cité du Vin”. Había oído hablar tanto de este gran espacio dedicado al vino que no podía dejar de conocerlo y, la verdad, no defrauda.
Sobresale, ya desde lejos, su elegante silueta que va impresionando más según se va acercando el viajero. Sus curiosas curvas (que no desvelo pero tienen su razón de ser) y originales tonalidades, que cambian según la luz del día, consiguen atrapar al visitante. Como dicen algunos catálogos, “un lugar para ver, para visitar y para experimentar”. Así es. Todos los sentidos están alerta para el máximo disfrute.
Se trata, en definitiva, de un viaje a través de los siglos y por diferentes civilizaciones. Conoceremos la importancia del vino, su historia, su evolución, su conservación, las elaboraciones, los tipos de uvas, sus olores y colores, las diferentes características de los terrenos, las grandes zonas vitivinícolas del planeta, asistiremos a conferencias y presentaciones, veremos exposiciones temáticas, cataremos distintos caldos, etc., etc. En definitiva, un más que atrayente recorrido que no deja indiferente a nadie y que, además, cuenta con la inestimable ayuda de espectaculares soportes audiovisuales de última generación que nos permitirán realizar un paseo único a través del tiempo. Todo un didáctico y entretenido itinerario que finaliza de la mejor de las maneras: catando en este espacio tan especial.
Pero no es una cata cualquiera. Además de degustar algunos de los mejores, lo haremos en un marco incomparable: el de un gran mirador panorámico, de 360º, llamado “Le Belvèdére”, cuyo techo está decorado con una gigantesca lámpara compuesta por miles de botellas de vidrio.
La sorpresa es, quizás, uno de los grandes pilares de esta visita. Erigido junto a las aguas del rio Garona, sus 14.000 metros cuadrados, van, con seguridad, a incrementar nuestra capacidad de asombro.
Esta enorme inversión, que cuenta con financiación pública y privada, ha conseguido dinamizar una parte de la ciudad generando, según previsiones que me cuentan, unas expectativas cercanas a las 500.000 visitas al año.
Esto es “La Cité du Vin”. Todo un emblema. El buque insignia de la visible transformación de un barrio de Burdeos. Un icono tanto por su futurista diseño como por su estudiado interior. Y esto, me atrevo a decir, no es más que el inicio de un proyecto, de apenas unos meses de vida, que, seguro, nos irá deparando muchas más sorpresas a lo largo de los próximos años.
Simplemente, no te lo pierdas. A mí, me encantó.
Datos útiles:
Webs: www.burdeos-turismo.es y www.laciteduvin.com
¿Cómo llegar?: Desde Madrid hay vuelos directos, de menos de una hora de duración, con Iberia Express
Fuente: http://www.larazon.es/viajes/conociendo-la-ciudad-del-vino-de-burdeos-DB13218830
Categoría: OCIO Jueves 28 de Julio del 2016